viernes, julio 05, 2013

Viviendo sin Prejuicios. Gálatas 2.

La batalla más fuerte que tiene que enfrentar el ser humano son los prejuicios, todos tenemos prejuicios solo que en cada uno se manifiesta de diferente manera.
Prejuicio es juzgar de manera anticipada. Sin dar la oportunidad de demostrar lo contrario a lo que pensamos.
Las formas como se manifiestan los prejuicios, es realmente la problemática de nuestro ser, porque son expresiones muchas veces de hostilidad, de segregación, de persecución, de odio, de amarguras, de violencia, de ausencia de compasión, de falta de afecto y respeto, y muchas veces también de criminalidad. 
Los prejuicios hacen perder toda paz y armonía en las personas, y crean falta de seguridad y estabilidad emocional; los prejuicios son una expresión contraria al amor. 

Es con el amor de prójimo como se pueden combatir los prejuicios, el cambiar de actitud, dejar de prejuzgar con ligereza, porque esto daña verdaderamente nuestro carácter y a quienes nos rodean cercanamente. 
El prejuicio más grande y que más daño hace no es tanto el que sentimos por los demás, los prejuicio en nuestra propia vida es lo que terminan destruyéndonos.
Como salir victoriosos de los Prejuicios:
1. Reconocer que lo que somos es por Dios. V 2 a “Pero subí según una revelación” Gálatas 1: 12 “pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
2. No hacer cosas que no representen fruto en nuestra vida. V 2 b “y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles.” Muchas veces hacemos tantas cosas y muchas de esas cosas no sirven para nuestro propósito, pero si nos desgastan y desaniman. Analiza en que estas invirtiendo tu tiempo y tus fuerzas.
3. Ser de carácter, que nuestro si sea si y nuestro no sea no. V 3 “Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse;” no permitas que los demás tomen decisiones por ti. (Esto no quiere decir que no tengas que consultar)
4. No dejarnos influenciar por los demás. V 4-5 “y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud,  2:5 a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.
5. Saber quien soy. Es importante saber de que soy capaz, comprender que es Cristo el que está con nosotros y que es él quien nos escogió. V 8 (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles)
6. Valorarnos a nosotros mismos. V 6 “Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.” No importa si los demás no valoran lo que haces, lo importante es que sepas que lo que estás haciendo está bien. 2 Corintios 12: 11 “Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.
Una persona de carácter, que se valora así mismo y que sabe que es lo que quiere genera respeto. V 9 “y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
Una persona que sabe lo que quiere y tiene conocimiento no se deja confundir, antes por lo contario tiene la autoridad para corregir a quienes están confundidos. V 11-12. “Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar.
2:12 Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.
Siempre debemos aferrarnos al conocimiento verdadero de Dios a trabes de su palabra, la mediocridad y el doble ánimo es algo que se contagia con facilidad. V 13 “Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.
Nuestros prejuicios: el temor, la duda, la desconfianza, el no valorarnos hace que nos despreciemos a nosotros mismos y no podamos vivir una vida de felicidad.

Recuerda que tu eres importante no eres obra de la casualidad no dejes que los prejuicios de los demás y los tuyos dañen tu vida.

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