Pero la verdad es que en el mundo
antes de conocer de Jesucristo éramos esclavos, aparentemente no de los demás porque
no estamos encadenados o con grilletes.
Los demás nos esclavizan a través de
nuestros propios prejuicios, representados en temores, demasiada
autosuficiencia etc.
Nuestra esclavitud a nuestros
conflictos son los que nos estaban llevando a la destrucción. V 15 “Pero si os mordéis y os coméis unos a
otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.”
Nuestra manera de vivir determina
si somos libres o esclavos. Una persona esclava de sus prejuicios vive en
conflictos con los demás y consigo mismo. V 19-21 “Y manifiestas son las obras de la
carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 5:20
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, 5:21 envidias, homicidios, borracheras,
orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya
os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino
de Dios.”
Solo Jesucristo puede hacernos
verdaderamente libres. V 1 “Estad,
pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra
vez sujetos al yugo de esclavitud.”
Cuando volvemos a las cosas que
dejamos en el mundo volvemos a ser esclavos y nos soltamos de Jesucristo. V4 “De Cristo os desligasteis, los que por
la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.”
Solo el espíritu de Dios nos
mantiene firmes en nuestra fe y fidelidad delante de Dios. V 5 “Pues nosotros por el
Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia;”
Sin el espíritu santo podemos
correr muy bien por algún tiempo, pero cuando menos lo esperamos el mundo nos
detiene. V 7 “Vosotros
corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?”
El cambio repentino de un cristiano
no proviene de Dios. V 8 “Esta
persuasión no procede de aquel que os llama.”
Satanás utiliza falsos cristianos
para dañar el corazón de un verdadero adorador de Cristo. V 9 “Un poco de levadura leuda toda la masa.”
La libertad que nos ofrece Cristo
debe estar regulada por:
1. Autodisciplina. Josué 1: 7 “Solamente esfuérzate y sé muy valiente,
para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no
te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en
todas las cosas que emprendas.”
2. Responsabilidad en el manejo de
nuestra vida. Santiago 2: 12 “Así
hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la
libertad.”
3. Trabajo Duro. Proverbios 28: 19 “El que labra su tierra se saciará de
pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza.”
No confundas libertad con
libertinaje. Libertad sin autodisciplina, sin responsabilidad y sin trabajo
solo es libertinaje.
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