viernes, julio 12, 2013

Verdadero Siervo de Dios. Efesios 3.

Hoy en día se considera que cualquier persona que dice pertenecer a una iglesia o que de alguna manera habla en el nombre de Jesús ya es un siervo y no solo decimos eso lo consideramos un gran siervo.
Un verdadero siervo de Dios es mucho más que solo hablar de Jesucristo.
El apóstol pablo era un verdadero siervo de Dios. Y él quiere enseñarnos como también nosotros podemos llegar a serlo.
El hacer un acto público cualquiera que sea secular o espiritual nos pone en un lugar de prominencia con relación a los demás.
Es inevitable que el trabajo bien hecho al servirle a Jesucristo en su obra nos lleve a lugares de fama. El problema no está en la fama el problema está en el mal manejo de esa fama. No es malo ser famoso. Jesús era un hombre con mucha fama. Lucas 5: 15- 16 “Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.  5:16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.
Todos los siervos de Dios llegaban a tener fama. 1 Reyes 10: 1 “Oyendo la reina de Sabá la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas difíciles.” el problema es que muchas personas han permitido que la fama se les suba a la cabeza volviéndose orgullosos. Se les olvida que ser siervo es servir, les pasa lo que a muchos políticos, cuando ya están en el cargo se les olvida que son servidores públicos y que se deben al pueblo.
Que necesitamos para que la fama no nos contamine.
1. Reconocer que le pertenecemos a Jesús, que somos santos, que somos sus prisioneros, en una palabra ahora dependemos de él. V 1 “Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles;
2. Tener la Gracia de Dios. V 2 “si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; solo Dios hace que todo sea posible.
3. Tener la revelación de Dios. V 3 “que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente,” no podemos enseñar lo que a nosotros nos parece, un siervo no habla de lo suyo el habla de lo que le mandan.
4. Ser llenos del conocimiento de Dios, nadie da lo que no tiene. V 4 “leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo,
5. Ser llenos del espíritu santo. El espíritu santo nos revela la palabra y nos da el equilibrio para manejar la fama. V5 “misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:
6. Conocer su Misión, es necesario que sepamos para que nos envió Dios, la falta de saber cuál es su misión muchos siervos de Dios se han desviado. 6-7; 9-10 “que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, 3:7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.; y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas;  3:10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,
7. Ser humilde. Muchas personas famosas lo primero que pierden es la humildad, salen al escenario predican como todos unos profesionales y ya no tienen contacto son sus ovejas. Ya no caminan ahora levitan. 8 “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,
8. Entender que ahora somos lo que somos no por nuestra capacidad, todo lo que hemos logrado es porque estamos en el propósito de Dios. V 11 “conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,
9. Confiar plenamente en Jesucristo, no dependemos de los hombres ni de las circunstancias. Cristo es nuestra fortaleza. V 12 “en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;
10. Dispuestos a padecer por la obra, no todos los tiempos son de dulzura también hay momentos amargos. V 13 “por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.
11. Ser hombres de mucha oración. Hay quienes se llaman siervos de Dios pero están tan ocupados sirviéndole a Jesucristo que no tienen tiempo para entrar a su presencia. V 14 “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,

Recuerda si quieres ser un siervo de Dios tienes que servir a los demás, no puedes servir a Dios y despreciar a los demás.
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