Todos tenemos o al menos debemos
tener un motivo o una razón para vivir.
Ese motivo debe ser lo
suficientemente fuerte y capaz de hacernos felices.
El problema con nosotros es que por
más que siempre buscamos motivos para vivir muy pocas veces esos motivos nos
hacen felices.
Para algunos el motivo para vivir
son sus hijos y cuando ellos cresen y algunos se convierten en decepción la
felicidad parece acabarse.
Otros
consideran que su motivo para vivir es lo material. Dicen: cuando tenga un
carro seré feliz, cuando me case, o cuando tenga mi casa seré feliz.
Muchos ya han logrado todas esas
cosas y consideran que todavía no son felices. Sus hijos se han graduado y
ahora tienen más sufrimientos que cuando ellos eran pequeños.
Nosotros consideramos que la
felicidad es sinónimo de carencia de sufrimientos, una vida de solo gozo y
deleite.
El apóstol pablo tenía muchos
problemas, su ministerio fue muy complicado, pero él era feliz, su secreto que ya
no es un secreto porque lo comparte con todos nosotros consiste en que su razón
para vivir era alguien sobre natural. Jesucristo. V 21 a “Porque para mí el vivir es Cristo”
Dependiendo el propósito es la
ganancia, pablo disfrutaba tanto la vida con Jesucristo que el morir era
ganancia. V 21 b “y el
morir es ganancia”
Que tan plena es tu vida, ¿si la has
disfrutado al máximo? ¿Si la has vivido en toda su plenitud tanto que puedas de
sir que te puedes morir tranquilo?
El tener una vida plena no
significa que ya lo hayamos alcanzado todo, lo que quiere decir es que hemos hecho
todo lo que ha estado a nuestro alcance para conseguirlo. Y esto ya nos da
tranquilidad.
Una vida plena es saber que todo
los que nos pasa sea bueno o nos parezca malo es para el progreso de el
evangelio y nuestro progreso personal. V 12 “Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han
sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio,”
Nuestra vida debe retar a otros a
desarrollarse, nuestras tribulaciones deben ser trampolín para otros que están en
la búsqueda de la felicidad. V 14 “Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor
con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.”
Cuando no tenemos una razón para
vivir hacemos las cosas sin saber para que, simplemente porque otros las hacen,
esto puede llevarnos a tener una vida de frustración.
Esto sucede aun en lo espiritual
muchos no saben ni porque predican el evangelio. V 15- 16 “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por
envidia y contienda; pero otros de buena voluntad.
1:16 Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones” otros lo hacen simplemente porque no tienen otra cosa que hacer. Para muchos el pastorear solo es una alternativa más para conseguir trabajo.
1:16 Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones” otros lo hacen simplemente porque no tienen otra cosa que hacer. Para muchos el pastorear solo es una alternativa más para conseguir trabajo.
Si nuestro vivir es Cristo, nuestra
vida será restaurada en su totalidad. Si nuestro vivir es Cristo en la
televisión vamos a saber cuándo apagarlo y que cosas no debo ver. Si mi vivir
es Cristo en el trabajo no me voy a involucrar en cosas que a Dios no le agrada,
si mi vivir es Cristo en el hogar, voy a ser el padre, el hijo, el esposo(a)
que debo ser. V 27 “Solamente
que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que
vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un
mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio”
Si el vivir por los demás y por las
cosas no te ha traído felicidad ya es hora de que cambies la razón de tu
existencia. Deja que Cristo sea tu motivo de vivir y tu manera de vivir será
maravillosa.
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