Una persona
competente es aquella que posee conocimientos y habilidades para desempeñar
exitosamente una función o un rol profesional. Y los conocimientos no se
adquieren por ósmosis, ni las habilidades se desarrollan por generación
espontánea.
En ambos casos, conocimientos y habilidades, el factor determinante para adquirirlos y dominarlos es. . . la preparación.
Jehová Dios es un Dios de excelencia, es decir
el quiere llevarnos de lo bueno a lo mejor y de lo mejor a lo excelente. Cada día
tenemos que luchar por ser mejores.En ambos casos, conocimientos y habilidades, el factor determinante para adquirirlos y dominarlos es. . . la preparación.
Pablo nos explica que los
cristianos tenemos que aprender a ser competentes, ya que el trabajo es para
Dios este trabajo tiene que ser el mejor.
El problema de muchos cristianos es
que en su vida secular son muy buenos, son competentes se esfuerzan por mejorar
cada día, su meta es ser el empleado del año.
Pero en lo espiritual son todo lo
contrario consideran que como es para Dios lo pueden hacer de cualquier manera,
cayendo muchas veces en la negligencia y total apatía por los ministerios
asignados bajo su responsabilidad.
Pablo les explica a los de Corinto y
esta recomendación es muy válida también para nosotros; él les explica que como
siervos de Dios y al estar guiados directamente por Dios deberíamos ser muy
competentes en lo que hagamos. V 5 “no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar
algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,” los del mundo deben aprender de nosotros y no
nosotros del mundo.
Nos manda a que seamos competentes,
no que tengamos competencia entre nosotros; ser competente es luchar por
mejorar cada día, vivir en competencia es ver a nuestros consiervos como
nuestros rivales, en la competencia siempre hay un ganador y un perdedor. En un
trabajo competente todos ganamos y siempre seremos los mejores como equipo.
Una persona competente se distingue
y se lo conoce por su trabajo. En lo ministerial su competitividad se ve
reflejada en su conquista de almas para Cristo. Una persona competente no necesita
alabarse así mismo, su trabajo habla por él. V1-2 “¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a
nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación
para vosotros, o de recomendación de vosotros? 3:2 Nuestras cartas
sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los
hombres;”
El espíritu santo es quien hace que
seamos competentes en nuestro trabajo. V 3 “siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por
nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en
tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.”
Déjate utilizar por el espíritu santo
y el te hará competente en todo lo que hagas. V 6 “el cual asimismo nos hizo ministros
competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la
letra mata, mas el espíritu vivifica.” El espíritu santo nos ayuda, pero
esto no quiere decir que nosotros no debemos esforzarnos por capacitarnos y
cada día hacer mejor nuestro trabajo.
El adquirir conocimiento y no tener
al espíritu santo hace que nuestra mente se embote, y no demos fruto. V 14 “Pero el entendimiento de ellos se
embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el
mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.”
Solo el recibir a Jesucristo en
nuestro corazón hace que seamos competentes sin envanecernos. V 16 “Pero cuando se conviertan al Señor, el
velo se quitará.”
Solo el conocimiento de Dios y la presencia de Jesucristo en nosotros hacen
que tengamos libertad, libertad para amar, perdonar, aprender, practicar y
sobre todo enseñar. V 17 -18 “Porque
el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
Tu eres importante y sobre todo
fuiste diseñado por Dios para estar entre los mejores, esfuérzate y se
valiente, tu futuro está en la cima, tu estas hecho para ser cabeza y no cola,
pero todo esto solo depende de ti; toma hoy la decisión de recibir a Cristo en
tu corazón, y el transformara tu vida.
Tal vez hace mucho tiempo hiciste
la oración de fe, porque alguien te indujo a ello, ahora puedes hacerlo porque
en verdad lo sientes en tu corazón. Renueva tu pacto con Dios cada día. Y el hará
que cada día seas mejor.
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