Dios no nos exige que cambiemos
nuestra manera de vivir para llegar a los pies de Cristo. Lo que sucede es que
cuando llegamos a los pies de Cristo el cambia nuestra manera de vivir.
El cambio comienza en nuestra mente.
Efesios 4: 23- 24 “y
renovaos en el espíritu de vuestra mente,
4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
Si
cambia nuestra menara de pensar cambia nuestra manera de vivir. De nada sirve
que Dios nos de todo el dinero del mundo si seguimos pensando como pobres.4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
De nada sirve que ahora seamos
príncipes, hijos del Rey si seguimos pensando como pordioseros.
Cuando recibimos a Cristo en
nuestro corazón nacemos de nuevo, somos hijos de Dios. Juan 1: 12 “Mas a todos los que le recibieron, a
los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”
Por lo tanto ahora somos nuevas
criaturas. 2 Corintios 5: 17 “De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas.”
Ya a nadie conocemos según la
carne, según lo que éramos antes, no importa quién eras antes lo importante es
quien eres ahora. V 16 “De
manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun
si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.”
Ahora no solo tenemos nueva vida,
también nuestra morada cambia, nuestra morada es el cielo. V 1 “Porque sabemos que si nuestra morada
terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una
casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.”
Debemos anhelar esa morada
celestial. V 2 “Y por
esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación
celestial;”
Mientras estemos en el cuerpo carnal
aquí en la tierra más nos demoramos en estar en nuestro nuevo hogar en la
presencia de nuestro amado Jesús. V 6 “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre
tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor”
Dios permite que en este mundo
tengamos dificultades para que amemos estar en el cielo, nadie que en este
mundo lo pase súper bien va a anhelar ir al cielo nuestra verdadera morada. Hay
un dicho que dice. “no enriquezcas el camino para que no se empobrezca la meta”
Pensar esto para muchos es locura,
pero es mejor estar locos y salvos que cuerdos y condenados. V 13 “Porque si estamos locos, es para Dios;
y si somos cuerdos, es para vosotros.”
Jesucristo a través de su muerte
nos reconcilio con Dios, es decir nos volvió en amistad con él. En nuestra
nueva vida somos útiles para la obra de Jesucristo así como Cristo nos
reconcilio ahora nosotros tenemos que hacer lo mismo. V 19 “que Dios estaba en Cristo reconciliando
consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.”
Todo cristiano es un embajador de
Cristo que ruega al mundo para que se reconcilie con Dios. V 20 “Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios.”
Recuerda Cristo más que darte un
simple milagro, una añadidura a tu vida, el quiere cambiar tu vida, cambiar tu
manera de pensar. Tú no eres obra de la casualidad, no eres un error de tus
padres, tu eres un regalo precioso de Dios, siéntete y actúa como lo que eres….
¡un Hijo(a) de de Dios!
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