Cuando hemos emitido una orden y
los demás no la cumplen, por lo general siempre tendemos a castigar de manera
severa, según nosotros para que aprendan la lección.
No siempre
la entra con sangre entra. Formar una familia es todo
un reto, especialmente en el mundo de hoy en que los hijos reciben gran
influencia de factores externos, como los medios de comunicación, el internet,
los amigos, entre otros, que compiten por la atención y el respeto de su familia,
mucho más que en épocas pasadas.
Las influencias negativas
que los padres mencionan como las drogas, alcohol, crimen, TV, la violencia
contenida en juegos de video y películas, entorpecen su labor en la formación
de sus hijos con respeto, y en el respeto para con ellos como padres y para con
los demás.
Los niños aprenden e imitan el
comportamiento de los adultos, especialmente el de sus padres, por ello, se
dice que las actitudes se adquieren, no se enseñan. En otras palabras, lo que
usted haga será una enseñanza mucho más efectiva que lo que usted diga.
Como padres el rol es especialmente importante, porque los hijos observan cada
movimiento y escuchan cada palabra. En la forma que mostramos respeto a los
demás y así como los tratamos, mostramos cómo queremos que los otros nos traten
a nosotros.
Jesús quería darles una lección
a sus discípulos, pero una lección con amor. Jesús había convertido a sus discípulos
de pescadores de peces a pescadores de hombres, les delego la gran comisión, el
espera encontrarlos en esa labor, pero cuando los visita los encuentra asiendo
exactamente lo contrario, ya Pedro se había devuelto sus actividades anteriores
y lo que es más triste no lo hizo solo él, también influencio en los demás para
que lo siguieran. V 3 “Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros
también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron
nada.”
La consecuencia de
alejarse Pedro de Jesús fue que trabajaron toda la noche y no encontraron nada,
es decir les fue muy mal, eso es lo que generalmente sucede cuando nos alejamos
de Dios, o cuando no obedecemos nuestros padres o superiores, nos va mal.
Enseñando la lección:
1. Muestra de Amor: Jesús
no les recrimino lo que habían hecho, el acudió a palabras de afecto, de amor para
poderlos ganar. V 5 a “Y les dijo: Hijitos,”
2. Los confronto con la realidad
que estaban viviendo por no obedecer. V 5 b “¿tenéis
algo de comer? Le respondieron: No.” Ellos mismos se dieron
cuenta de lo que les estaba pasando. Mas que golpear a nuestros hijos debemos
mostrarle los privilegios que pueden perder si son desobedientes. Privilegios como:
ver televisión, salir a jugar. Etc. Después de esto pudiéramos preguntar tal
como lo hizo Jesús: hijos como están, están felices, te esta yendo bien.
3. Les izo ver que a
pesar de su error ellos podían seguir contando con él. V 6 “El les dijo: Echad
la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran
cantidad de peces.” Tus hijos tu esposa(o) saben que pueden contar contigo.
4. Los
sirvió como una muestra de amor. El mismo les preparo el desayuno para
demostrarles cuanto los amaba. V 9 “Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez
encima de ellas, y pan.”
5. Les
muestra con amor lo que ellos podrían hacer por amor. V 17 “Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera
vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo.
Jesús le dijo: Apacienta
mis ovejas.”
Recuerda
algo muy importante: la autoridad no se impone, la autoridad se ejerce, no
podemos exigir de los demás lo que nosotros no somos capaces de hacer.