sábado, abril 13, 2013

Sembrar no es en Vano. Juan 12.


Sembrar no solo es el acto de plantar una semilla en la tierra, sembrar también es cualquier acto que involucre cosechar, o recibir frutos. Todo acto que nosotros realizamos infaliblemente genera consecuencias negativas o positivas y a eso se le llama cosechar. Y el acto que realizamos es la siembra.
Cuando hacemos actos buenos que mas adelante terminaran en benéfico. Consideramos que sembrar no es en vano.

Para que el campesino tenga una buena cosecha debe esforzarse mucho en el momento de la siembra. Para que nosotros cosechemos buenas cosas en nuestra vida también es necesario esforzarnos mucho para poderlo conseguir.
No te dejes llevar por las críticas de las personas y mucho menos por las limitaciones que tengas, nunca pienses en que son desgracias, simplemente más que nadie sabes que has nacido para algo, para triunfar y ayudar.
Puedes ser tú, un gran ejemplo de superación del que todos podemos aprender y tomar muchos apuntes; o ser un fracasado que inspira lastima esa es tu decisión. Cualquiera puede formar un proyecto y tener éxito, sólo es cuestión de tener fuerza de voluntad, constancia en el trabajo y todo eso se logra siendo optimista ante la vida y ante las adversidades que se te presenten en el día a día.
Esfuérzate por lo que deseas y eso hará que disfrutes de cosas extraordinarias y realmente satisfactorias, el proceso por el que pasarás será algo difícil pero tu conducta optimista hará que las dificultades de este mundo sean más llevaderas sin importar su nivel.
La palabra de dios nos dice que nuestro trabajo y esfuerzo no es en vano y cuando ese trabajo es en el señor con mayor razón. 1 corintios 15: 58 “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano
El trabajo de siembra es duro, pero también gratificante, lo importante de sembrar es estar seguro de lo que quiero cosechar, uno cosecha de acuerdo a la naturaleza de lo que se siembra. Génesis 1: 12. “Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.” no puedes sembrar limones y esperar cosechar manzanas. Si siembras odio no puedes cosechar amor.
La cuantía de lo que siembro determina la cantidad de lo que cosecho. 2 Corintios 9: 6 “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
Lo importante es nunca cansarnos de sembrar. Gálatas 6: 9 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Y algo importante también en el proceso de la siembra es que debo tener mucha paciencia, es necesario saber esperar, las cosechas no se las obtiene de la noche a la mañana. Marcos 4: 26- 29 “Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra;  4:27 y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.  4:28 Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;  4:29 y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.
El secreto para nunca dejar de cosechar es nunca dejar de sembrar, no importa cuán buena haya sido tu cosecha, sigue sembrando. Eclesiastés 11: 4-6 “El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.  11:5 Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.  11:6 Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.”
Jesús trabajo muy duro, nunca se cansaba, se expuso a muchos peligros, siempre estuvo dispuesto a servir y por eso un día  la gente empezó a valorar lo que él hacía. Juan 12: 20-22 “Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta.  12:21 Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús.  12:22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús.
Jesús sabía que lo que estaba sucediendo era producto de lo que él había sembrado con mucho esfuerzo y dedicación. V 23 “Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
Jesús les explico a sus discípulos que para lograr grandes cosechas es necesario morir, es decir dejar muchas cosas, cohibirse de los placeres que otros están disfrutando mientras tu es tas trabajando. V 24-25 “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.  12:25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Si alguien le sirve a Jesús en su obra de salvación, Jehová de los ejércitos le dará honra. V 26 “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Nunca te canses de sembrar, sembrar en Cristo vale la pena.





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