Cuidar
a alguien no solo es estar pendientes de sus necesidades físicas o emocionales,
cuidar es todo un arte, es tener la capacidad de transmitir confianza, una
forma de dar un ejemplo es con la profesión de una enfermera, ella es la
encargada de cuidar al enfermo. Pero en un quirófano el paciente antes de ser anestesiado
lo que más recuerda es la dulce cara de una enfermera que con un sonrisa le
dice tranquilo(a) no te preocupes todo va a salir bien.
El
cuidar a alguien es poderle transmitir seguridad. Cuando alguien pierde la
seguridad prácticamente lo pierde todo. Pierde las ganas de vivir, de hacer ese
negocio, de realizar ese examen, la seguridad es fundamental para salir
victorioso en cualquier actividad.
Una
persona insegura deja que los demás lo inhiban, ya sea por su personalidad, por
su carisma, por su jerarquía o por lo que sea, nos apocamos, nos acobardamos y
terminamos cediendo.
La
inseguridad nos puede llevar a cometer errores, drogas, prostitución, robo.
Etc. Una persona segura es alguien que se sabe cuidado y protegido
y por lo tanto querido. Los adolescentes reclaman cuando sus padres los pasan a
buscar al colegio o les ponen límites de horario o les niegan determinados
panoramas. Patalean, gritan, se enojan, pero se saben protegidos, queridos.
"Te puede parecer injusto que no te deje ir a ver esa película -dice una
mamá- pero te quiero y me importa lo que te pase". Paradójicamente eso les
gusta. Lo necesitan. "Pero si mi hija ya tiene 16 años", reclama una
madre que se niega a controlarla. "Llegué el otro día a las 5 de la mañana
pasada a trago. Mi mamá dormía y ni lo notó. Es que no le importo", cuenta
la misma hija.
La corrección es una forma de
cuidar y de manifestar el amor. Apocalipsis 3: 19 “Yo
reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.”
Jesús es el buen pastor y
maneja el arte de saber cuidar, para poder cuidar a alguien es necesario conocerlo.
V 3 “A éste
abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y
las saca.” Que tanto conoces a tus hijos, a tu esposa, o
lo más importante que tanto te conoces a ti mismo.
Cuando los demás se sienten
protegidos nos siguen y escuchan nuestra voz. V 4 - 5 “Y
cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le
siguen, porque conocen su voz.
10:5 Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. ” Que nuestros hijos no escuchen a los extraños es bueno, lo malo es cuando ese extraño es el mismo padre, porque anda tan ocupado trabajando duro para sus hijos que no los conoce y sus hijos tampoco lo conocen a él y por eso no lo siguen.
10:5 Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. ” Que nuestros hijos no escuchen a los extraños es bueno, lo malo es cuando ese extraño es el mismo padre, porque anda tan ocupado trabajando duro para sus hijos que no los conoce y sus hijos tampoco lo conocen a él y por eso no lo siguen.
Jesús es nuestro pastor
y el está dispuesto a dar su vida por cuidarnos. V 11 “Yo
soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” tú que estas dispuesto a dar para proteger a los tuyos, decir la vida
es muy general. Estas dispuesto a sacar un poco de tiempo para estar con ellos,
estas dispuesto desacomodarte un poquito para acomodar a los demás.
Un pastor no solo es el
que dirige una congregación, el primer rebaño que tenemos que pastorear es
nuestra familia. Y la única forma que tenemos para llegar a ser unos buenos
pastores es si tenemos una muy buena intimidad con Jehová Dios, tanta intimidad
que podamos decir lo que decía Jesús. V 30 “Yo y el Padre uno somos.”
Solo si nos dejamos
guiar de nuestro padre celestial podemos llegar a ser buenos pastores. V 37-
38. V “Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.
10:38 Mas
si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y
creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.”
Solo Si dejas que Jesucristo te
cuide a ti, tú podrás cuidar a tu familia.
