Dios es un Dios de orden y para el
nada se sale de sus manos. Todo lo tiene planificado. Mt 10,29-31 “¿No
se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra
sin vuestro Padre. 10:30 Pues aun vuestros
cabellos están todos contados. 10:31 Así que, no
temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.”
Los
seres humanos deberíamos ser iguales no debemos dejar las cosa a la suerte.
Para una persona de éxito la suerte no existe, la suerte no es más que la
oportunidad más la capacidad.
Si un día se te presenta la
oportunidad de hacer algo y te has capacitado para ello entonces, esa
oportunidad la puedes aprovechar, si no sabias hacer lo que te propusieron,
solo veras pasar la oportunidad y no fue mala suerte.
Dios utiliza las circunstancias
para poder enseñar, en este caso se trata de un ciego, el era ciego no por su
culpa o la de sus padres, Dios quería utilizarlo para glorificarse ante los
demás. V 3 “Respondió
Jesús: No
es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten
en él.”
Dios que es un Dios de excelencia
utiliza cualquier medio lisito para lograr su propósito. Muchas personas tienen
la bendición en sus manos pero no son recursivos. V 6 “Dicho esto, escupió en tierra, e hizo
lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,” con esto Jesús
nos muestra que el sanaba pero no siempre de la misma forma.
Una persona de éxito que no actúa
por la casualidad, no se deja guiar por las circunstancias del momento. V 13-14
“Llevaron ante los
fariseos al que había sido ciego. 9:14 Y era día de reposo cuando Jesús
había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.” Una persona de éxito actúa
cuando es oportuno hacerlo, nunca deja las cosas para después.
Muchas personas no van a creer lo
que Dios ha hecho en ti, o lo que es peor muchos no van a creer de donde fue
que Cristo te saco. V 18 “Pero
los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista,
hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,”
Una persona que no vive de las
casualidades no evade sus responsabilidades, para dejar que otros sufran las
consecuencias. V 20-21 “Sus
padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que
nació ciego; 9:21 pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya
abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él
hablará por sí mismo.”
Dios no necesita que tu lo
defiendas ante los incrédulos, solo muestra lo que Dios ha hecho en ti. V 25 “Entonces él respondió y dijo: Si es
pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.” Cuando los incrédulos nos atacan diciendo que
la biblia es un libro cualquiera escrito por hombres también podríamos decir,
si es escrita por hombres o no, no sé yo
solo sé que la palabra de Dios cambio mi vida.
Nosotros debemos estar seguros que
Dios no escucha a cualquier persona el escucha al temeroso de él y al obediente
de su palabra. V 31 “Y
sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y
hace su voluntad, a ése oye.”
No hay peor ciego que aquel que no
quiere ver. El primer paso que necesitamos dar para que Dios actué en nuestra
vida es reconocer que nos hemos equivocado, y que en nuestras fuerzas no
podemos. V 40-41 “Entonces
algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso
nosotros somos también ciegos? 9:41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no
tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.”
Recuerda el éxito no llega por
casualidad, hay que buscarlo y trabajar por él.