jueves, abril 25, 2013

A que acudimos al templo. Hechos 3.


Nosotros buscamos a Jesús creyendo que él tiene la solución a nuestros problemas, y eso es una verdad indiscutible, el problema no está en el problema, el problema está en que muchas veces no sabemos en realidad que es lo que necesitamos.
No siempre lo que yo creo que necesito es lo que realmente me hace falta.
Bueno esto parece un trabalenguas, pero es lo que nos relata la palabra en hechos capitulo 3. Había un paralitico que creía que su necesidad era el dinero.

Imagínese por un momento la escena que se vivía cada día en ese templo, a la hora novena siempre acudían afanosamente dos tipos de personas, unos como Juan y Pedro lo hacían para buscar de Jesús y entraban hasta el altar de Dios, otros como el paralitico también acudían con afán pero no para entrar al altar de Dios y postrarse ante él, lo hacían para quedarse afuera esperando la ayuda del hombre. V 3 “Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
Pedro y Juan miran al paralitico que creía que su necesidad era económica, y Pedro le muestra otra necesidad que el tenia; que su vida fuera restaurada. V 6 “Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
El problema de aquel varón no era la parálisis el problema de él era la mendacidad la forma de vida que el tenia; no todo paralitico es mendigo.
Hay paralíticos que son ejemplo de superación, algunos no tienen ni piernas ni brazos pero han logrado grandes cosas, cosas que ni muchas personas sanas lo han logrado.
Solo cuando Jesús restauro su vida este mendigo acostumbrado a estar siempre en la puerta se atrevió a entrar y alabar a Dios. V 8 “y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Hay muchos cristianos que llevan muchos años de asistir al templo, pero por su manera de vivir es como si vivieran en la puerta, parecen paralíticos, su vida sigue siendo igual no han dejado que Cristo los restaure, siguen creyendo que su necesidad es económica o familiar. Solo dejando de estar en la puerta y comprometiéndonos con la obra de Dios nos convertimos en verdaderos adoradores y dejamos de ser solo espectadores.
La vida del paralitico se convirtió en testimonio para todo el pueblo. V 9 “Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios” si tú has recibido la bendición de Dios, si tu vida ha sido transformada, no te calles, que el mundo entero sepa de las maravillas de nuestro Dios.
Pedro utilizo este milagro para:
1.      Llevar a la gente al arrepentimiento. V 19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,” hoy se escucha todo lo contrario hay muchos pastores que dicen: no importa en que crea venga por su milagro.
2.      Dar a conocer a Jesús. Los milagros solo son pretextos para que llevemos a la gente al conocimiento de Dios. V 13 “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad.
Pedro y Juan tenían la oportunidad de hacerse famosos, pero ellos le daban la gloria a Dios. V 12 “Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿O por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?” sería bueno preguntarnos. ¿Hoy en día en quien ponen su mirada muchos cristianos?
Ellos hacían entender a la gente que fue la fe de ese varón lo que produjo su sanidad total. V 16 “Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste está completa sanidad en presencia de todos vosotros.
El cambio de vida que Dios nos da no significa una vida de placer y comodidad, por lo contrario muchas veces sentimos que Dios nos desacomoda.
El paralitico a pesar de su enfermedad estaba cómodo vivía de las limosnas, ahora que fue sano ya no podía recibir limosnas, ahora tenía que trabajar como cualquier otra persona para conseguir lo que antes lo conseguía sentado o acostado.
Muchas personas prefieren vivir acomodados así sean paralíticos, cuando reciben a Cristo en su corazón y el los desacomoda para darles una mejor vida, prefieren renunciar, pues consideran que mejor estaban antes.
Dios hace milagros para que los utilicemos para llevar a la gente al arrepentimiento y el verdadero conocimiento de Jesús.




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