El ser ricos no es un pecado, ya
que Jehová es el dueño del oro y de la plata. Hageo 2: 8 “Mía es la plata, y mío es el oro, dice
Jehová de los ejércitos.”
El hombre debe controlar a la plata
y no la plata al hombre. El pecado consiste en permitir que el dinero dañe
nuestro corazón.
Dios nos da el dinero para permitir
que vivamos bien y que a través de él permitamos que otros también vivan bien.
Lo malo
es Amar al dinero más que a Dios y a los demás. 1 Timoteo 6: 10 “porque raíz de todos los
males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la
fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
La persona que ama al dinero en
gran manera siempre vive de vanidades y su vida es como un infierno. Eclesiastés
5: 10 “El que
ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará
fruto. También esto es vanidad.”
La palabra de Dios nos cuenta una
historia muy interesante en la cual intervienen dos personajes. Uno muy importante
para Dios por su manera de actuar delante de él a quien Dios le llama Lázaro. V
20 “Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la
puerta de aquél, lleno de llagas,” y otro que por su manera de actuar Dios simplemente
le llama el rico. V 19 “Había un hombre rico, que se vestía de
púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.”
Es muy agradable pensar que para
Dios seamos tan especiales que nos tiene en cuenta y nos llama por nuestro
nombre.
La biblia
señala que desde antes que nacieras Dios te escogió, te puso nombre tu le
perteneces. Eres su creación. Te toca a ti descubrir que significa tu nombre y
que Dios ha dispuesto para ti. No te preocupes si el significado de tu nombre
no es tan agradable cómo quisieras Recuerda la historia de Jabes, su nombre significa dolor, el lo sabia
pero rechazaba tener una vida llena de dolor donde no pudiera realizarse como
el anhelaba. Jabes cambio su futuro el hizo una oración a Dios pidiéndole que
ensanchara su territorio, que le bendijera y Dios contesto su oración. Isaías 49:
1 “Oídme, costas, y escuchad, pueblos
lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.”
Lázaro tenía
necesidades aquí en la tierra. V 21 “y ansiaba saciarse de las
migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las
llagas.”
El rico
las tendría después de muerto. Su sufrimiento seria en el infierno. V 23 “Y
en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a
Lázaro en su seno.”
El rico tenía
muchas riquezas en la tierra, pero sería muy pobre después de la muerte, el
seria el necesitado. V 24 “Entonces él, dando voces, dijo: Padre
Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su
dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.”
Hay muchos
que prefieren no creer que haya un infierno porque de esta manera pueden vivir
un cristianismo tibio tirando a mundano. La biblia menciona muchas veces la
palabra infierno como para creer que no es algo real.
No importa
cuál sea la verdadera condición del infierno lo importante es que Dios nos dice
que quienes se mantengan firmes hasta el final serán salvos y los que no serán castigados.
No te
preocupes en discutir si el infierno existe o no existe, preocúpate por vivir
de manera que le agrade a Dios. Y puedas vivir en un paraíso sea aquí en la
tierra o allá en el cielo.