Reino significa soberanía,
gobierno, este gobierno se llevara a cabo de manera eterna en el cielo. Mateo
5: 12 “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es
grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes
de vosotros.”
Pero también es posible de manera
transitoria aquí en la tierra. (mientras vivamos en esta tierra) Lucas 17: 21 “ni
dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre
vosotros.”
Cuando
nosotros aceptamos a Cristo en nuestro corazón aceptamos su soberanía.
En un principio Dios tenía
soberanía total sobre el mundo, pero cuando el hombre peco renuncio a esa
soberanía. Y permitió que el maligno lo controle. 1 Juan 5: 19 “Sabemos que somos de Dios, y el mundo
entero está bajo el maligno.” Por eso podemos ver en el mundo, solo guerras, violencia,
hogares destruidos. Etc.
La única forma que llegue el mundo
a ser como en un principio, un remanso de paz, y de amor. Es implantando
nuevamente el reino de Dios el reino de los cielos aquí en la tierra.
Para que ese Reino de Dios sea
posible necesitamos:
1. Entender que es muy Valioso.
Mateo 13: 44 “Además, el reino de los cielos es semejante a un
tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y
gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.” La única
razón por la cual una persona decide irse a otro país, es porque considera que
al que va es mucho mejor que el suyo. Sea a nivel económico, o a nivel de
protección, una vez que paso la línea fronteriza nadie del país que salió lo
puede tocar.
De cualquier manera en ese nuevo
país aspira tener una mejor calidad de vida. Lo mismo sucede con el reino de
los cielos, nos proporciona una muy buena calidad de vida.
2. Anehelarlo. Mateo 6: 10 “Venga
tu reino.” Las personas que quieren irse a otro país lo anhelan, y se
esfuerzan por lograrlo. Debemos anhelar el reino de los cielos.
3. Someternos a ese gobierno. Mateo
6: 10 b “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también
en la tierra.” Entender que es muy valioso y anhelarlo puede resultar
fácil, pero someternos es lo que muchas veces no queremos. Milagros todo el
mundo quiere, pero someterse muy pocos. El reino de los cielos es la extensión
de la soberanía de Dios en el cielo aquí en la tierra.
4. Buscarlo. Mateo 6: 33 “Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.” Cuando nosotros buscamos el reino de Dios, los milagros
llegan solos. Los milagros pasan a ser tan solo añadiduras.
Solo cuando uno disfruta del país
donde llego a vivir, busca ser ciudadano de ese reino. Lo mismo sucede con el
reino de Dios, tan solo si lo disfrutamos vamos a buscar ser ciudadanos, esto
significa que nos sometemos de manera voluntaria a todas sus leyes y normas.
Filipenses 3: 20 “Mas
nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador,
al Señor Jesucristo;”
Jesús es todo un maestro, y para
que lo entendamos mejor nos quiere enseñar a través de una ilustración.
El reino de los cielos es como una
fiesta de bodas, lo más cotizado, hay buena comida. Mateo 22: 2 “El reino de los cielos es
semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;”
En esta fiesta los invitados son
exclusivos, solo es para el pueblo de Israel, pero algo paso ellos lo
rechazaron. V 3 “y envió a sus siervos a llamar a los convidados a
las bodas; mas éstos no quisieron venir.”
Estaban muy ocupados en sus
negocios. V 5 “Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su
labranza, y otro a sus negocios;”
Otros no querían ir, estaban
enojados y maltrataron a los mensajeros. V 6 “y otros, tomando a
los siervos, los afrentaron y los mataron.”
Gracias a eso la invitación se
extiende a nosotros a los gentiles, a los que no somos pueblo de Israel. Y la
invitación fue para buenos y para malos. V 9-10 “Id, pues, a las
salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. 22:10 Y saliendo los
siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y
buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.”
Juan nos explica que gracias a ese rechazo
nosotros somos hechos hijos de Dios. Juan 1: 11-12 “A lo suyo vino, y los suyos no le
recibieron. 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”
Pero han pasado muchos años después
de esta enseñanza y la historia se vuelve a repetir. Nosotros lo seguimos rechazando:
estamos muy ocupados, tenemos pereza o tal vez estamos enojados y no queremos
ir.
La invitación era muy tentadora. Banquete,
comida en cantidad y gratis, hoy ese banquete y esa comida gratis son los milagros,
la prosperidad, una vida llena de comodidad.
Y sobre todo lo que mas impacta y
confunde a muchos es que la invitación era para todos buenos o malos. V 10 “Y
saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron,
juntamente malos y buenos; y las
bodas fueron llenas de convidados.”
El salón estaba lleno, cuando se
trata de comer gratis, o cuando se trata simplemente de recibir milagros, los estadios
y los templos se llenan.
Unos entendieron que entrar al
reino de Dios implicaba un cambio de vida, vestirnos de un traje nuevo. Es decir
someternos a las leyes de Dios a través de su palabra.
Otros creyeron que la invitación solo
era para comer hasta saciarse y pasarla bien, y no se vistieron para la ocasión,
es decir fueron a la iglesia pensando que la vida cristiana solo consiste en recibir
milagros y nada más. Lo que no se imaginaron es que la invitación y el llenar
el salón solo era una parte, lo difícil estaba por llegar. El rey estaba a
punto de escoger quienes eran dignos de quedarse. V 11 “Y
entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba
vestido de boda.”
La invitación es para todos, es mas
hasta cualquiera puede entrar, lo difícil es para ser aprobados por el rey. V 12
“Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de
boda? Mas él enmudeció.”
Dios permite que cualquiera entre,
pero si no se dispone a cambiar, tiene que vivir las consecuencias. V 13 “Entonces
el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las
tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”
En el reino de Dios es necesario dar
frutos, el que no da frutos se le quita. Mateo 21: 43 “Por
tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a
gente que produzca los frutos de él.”
Invitados pueden ser todos, pero se
quedan solo los que cumplan y por esto sean escogidos por nuestro rey. V 14 “Porque
muchos son llamados, y pocos escogidos.”
Unos buscan el reino
de Dios solo por los milagros es decir el banquete, otros en verdad quieren
someterse a Dios tu cuál de estos invitados eres.