jueves, febrero 14, 2013

El Reino de los Cielos. Mateo 22


Reino significa soberanía, gobierno, este gobierno se llevara a cabo de manera eterna en el cielo. Mateo 5: 12 “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Pero también es posible de manera transitoria aquí en la tierra. (mientras vivamos en esta tierra) Lucas 17: 21 “ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
Cuando nosotros aceptamos a Cristo en nuestro corazón aceptamos su soberanía.

En un principio Dios tenía soberanía total sobre el mundo, pero cuando el hombre peco renuncio a esa soberanía. Y permitió que el maligno lo controle. 1 Juan 5: 19 “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.” Por eso podemos ver en el mundo, solo guerras, violencia, hogares destruidos. Etc.
La única forma que llegue el mundo a ser como en un principio, un remanso de paz, y de amor. Es implantando nuevamente el reino de Dios el reino de los cielos aquí en la tierra.
Para que ese Reino de Dios sea posible necesitamos:
1. Entender que es muy Valioso. Mateo 13: 44 “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.” La única razón por la cual una persona decide irse a otro país, es porque considera que al que va es mucho mejor que el suyo. Sea a nivel económico, o a nivel de protección, una vez que paso la línea fronteriza nadie del país que salió lo puede tocar.
De cualquier manera en ese nuevo país aspira tener una mejor calidad de vida. Lo mismo sucede con el reino de los cielos, nos proporciona una muy buena calidad de vida.
2. Anehelarlo. Mateo 6: 10 “Venga tu reino.” Las personas que quieren irse a otro país lo anhelan, y se esfuerzan por lograrlo. Debemos anhelar el reino de los cielos.
3. Someternos a ese gobierno. Mateo 6: 10 b “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Entender que es muy valioso y anhelarlo puede resultar fácil, pero someternos es lo que muchas veces no queremos. Milagros todo el mundo quiere, pero someterse muy pocos. El reino de los cielos es la extensión de la soberanía de Dios en el cielo aquí en la tierra.
4. Buscarlo. Mateo 6: 33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Cuando nosotros buscamos el reino de Dios, los milagros llegan solos. Los milagros pasan a ser tan solo añadiduras.
Solo cuando uno disfruta del país donde llego a vivir, busca ser ciudadano de ese reino. Lo mismo sucede con el reino de Dios, tan solo si lo disfrutamos vamos a buscar ser ciudadanos, esto significa que nos sometemos de manera voluntaria a todas sus leyes y normas. Filipenses 3: 20 “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
Jesús es todo un maestro, y para que lo entendamos mejor nos quiere enseñar a través de una ilustración.
El reino de los cielos es como una fiesta de bodas, lo más cotizado, hay buena comida. Mateo 22: 2 “El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;
En esta fiesta los invitados son exclusivos, solo es para el pueblo de Israel, pero algo paso ellos lo rechazaron. V 3 “y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
Estaban muy ocupados en sus negocios. V 5 “Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
Otros no querían ir, estaban enojados y maltrataron a los mensajeros. V 6 “y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.
Gracias a eso la invitación se extiende a nosotros a los gentiles, a los que no somos pueblo de Israel. Y la invitación fue para buenos y para malos. V 9-10 “Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. 22:10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
Juan nos explica que gracias a ese rechazo nosotros somos hechos hijos de Dios. Juan 1: 11-12 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.  1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Pero han pasado muchos años después de esta enseñanza y la historia se vuelve a repetir. Nosotros lo seguimos rechazando: estamos muy ocupados, tenemos pereza o tal vez estamos enojados y no queremos ir.
La invitación era muy tentadora. Banquete, comida en cantidad y gratis, hoy ese banquete y esa comida gratis son los milagros, la prosperidad, una vida llena de comodidad.
Y sobre todo lo que mas impacta y confunde a muchos es que la invitación era para todos buenos o malos. V 10 “Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
El salón estaba lleno, cuando se trata de comer gratis, o cuando se trata simplemente de recibir milagros, los estadios y los templos se llenan.
Unos entendieron que entrar al reino de Dios implicaba un cambio de vida, vestirnos de un traje nuevo. Es decir someternos a las leyes de Dios a través de su palabra.
Otros creyeron que la invitación solo era para comer hasta saciarse y pasarla bien, y no se vistieron para la ocasión, es decir fueron a la iglesia pensando que la vida cristiana solo consiste en recibir milagros y nada más. Lo que no se imaginaron es que la invitación y el llenar el salón solo era una parte, lo difícil estaba por llegar. El rey estaba a punto de escoger quienes eran dignos de quedarse. V 11 “Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
La invitación es para todos, es mas hasta cualquiera puede entrar, lo difícil es para ser aprobados por el rey. V 12 “Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
Dios permite que cualquiera entre, pero si no se dispone a cambiar, tiene que vivir las consecuencias. V 13 “Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
En el reino de Dios es necesario dar frutos, el que no da frutos se le quita. Mateo 21: 43 “Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.
Invitados pueden ser todos, pero se quedan solo los que cumplan y por esto sean escogidos por nuestro rey. V 14 “Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.

Unos buscan el reino de Dios solo por los milagros es decir el banquete, otros en verdad quieren someterse a Dios tu cuál de estos invitados eres.



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