lunes, febrero 18, 2013

Caminando hacia tu Propósito. Mateo 26


Todos tenemos sueños, deseos que queremos cumplir, pero solo se vuelven realidad el día en que podamos cumplir esos sueños y esos deseos en un propósito.
Un sueño, un anhelo lo puede tener cualquiera, total solo es querer algo.
El propósito necesita diseñar un plan de acción, es tomar la decisión de lograr lo que sueño no importa el precio que tenga que pagar.
Hay muchos que sueñan con ser profesionales o ricos económicamente pero la pereza no los deja actuar.

Jesús tenía un gran propósito Salvar a la humanidad, darnos vida eterna. Estaba dispuesto a conseguirlo al precio que fuera.
Un propósito no es una meta, es un camino por el cual tenemos que transitar para construirlo. “caminante no hay camino, el camino se hace al andar”
Para lograr nuestro propósito se necesita.
1. Saber lo que tenemos que padecer. V 2 “Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.” Lograr nuestros propósitos no es fácil, por eso no todos los consiguen. Es necesario estar dispuesto a padecer algunas cosas para lograrlo.
2. Conocernos y Valorarnos a nosotros mismos. V 11 “Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.” Si conocemos nuestra valía podremos superar cualquier obstáculo.
3. Conocer a nuestros colaboradores sea familiares o gente de la calle. V 21 “Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.” Conocer la capacidad de los que nos rodean nos permite saber qué podemos esperar de ellos. Y de esta forma poder delegar con éxito.
Estar seguros de lo que queremos nos permite superar: y soportar
1. Critias y menos precio y muchas veces de los que más amamos. V 8 “Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio?” para Jesús era muy difícil escuchar a sus propios discípulos decir que invertir en el era un desperdicio.
2. Traiciones. V 15 “y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.” Debemos ser consientes que en el camino a nuestro propósito vamos a encontrar personas que por envidia o por ignorancia nos van a traicionar.
3. Momentos de aflicción. Jesús era un hombre normal por lo tanto había momentos que tenia mucha tristeza y aflicción. V 37-38 “Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.  26:38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Son muchas las cosas que nosotros quisiéramos lograr, pero el camino a conseguir nuestro propósito será más placentero si aprendemos a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. V 39,42 “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú; Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. 
Lo importante es confiar en Dios. V 53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
Si nuestra confianza esta puesta en Dios y no en los hombres, podremos seguir adelante en el camino de nuestro propósito a pesar del abandono de los demás. V 56 “Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.
La oración es lo único que puede fortalecer nuestra alma y nuestro cuerpo. V 36 “Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.

Recuerda que el propósito no es una meta que alcanzar, es un camino que necesitamos transitar, y solo los valientes lo pueden lograr.



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