Dios nos quiere mostrar que todo
lo que hagamos para él, se tiene que mover en lo sobrenatural. La verdadera
obra de Dios puede ser hecha solamente por medio del poder de Dios.
Las iglesias de Jesucristo
crecen de manera sobrenatural, no necesitan acudir a formulas o estrategias
humanas. Hechos 2: 47 “alabando
a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la
iglesia los que habían de ser salvos.”
Nuestra falta de confianza hace que
nos esforcemos por nuestra propia cuenta, nos cansamos, en muchas ocasiones
hasta nos aburrimos y nos desanimamos.
Podemos llevar muchos años
conociendo de Cristo y nunca haber aprendido a depender únicamente de él.
Lo único que necesitamos para vivir
una vida en lo sobrenatural es si lo creemos, para el que cree todo le es
posible.
El espíritu santo nos despierta, y
nos permite disfrutar de todas las maravillas que Dios tiene para nosotros. Zacarías
4: 1 “Volvió
el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado
de su sueño.”
La única forma para que Zorobabel
se comprometiera con la obra de Dios fue cuando el espíritu de él y del pueblo
se despertó. Hageo 1: 14 “Y
despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá,
y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo
el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los
ejércitos, su Dios,”
La edificación del templo parecía
algo humano, pero la verdad es que la obra se levantaría de manera sobrenatural.
Zacarías 4: 6 “Entonces
respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice:
No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los
ejércitos.”
Dios utilizaría hombres para que
aporten dinero para la construcción, pero Dios aclara que todo ese oro y esa
plata es de el. Hageo 2: 8 “Mía
es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.”
Cuando Dios escoge a alguien para
su obra, el mismo se encarga de respaldarlo. Zacarías 4: 7 “¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante
de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con
aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.”
A través del espíritu de Dios y de
su palabra es que sucederán cosas sobrenaturales. Zacarías 5: 1 “De nuevo alcé mis ojos y miré, y he
aquí un rollo que volaba.”
La palabra de Dios es la que nos juzga.
Juan 12: 47- 48 “Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le
juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.”
12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.”
Hay muchos que parecen estar todavía
dormidos y escuchan la palabra de Dios pero a medias, se alegran mucho cuando
leen que Jesucristo no vino para juzgarnos, sino para salvarnos. Pero no
entienden el resto; Jesús no nos juzga pero la palabra si lo hace.
Es igual a las leyes de cada país. Los
jueces no son los que juzgan. Lo que juzga es la ley, la constitución, el juez solo
la hace cumplir.
No luches en tus fuerzas deja que el espíritu de dios obre
con su poder