Los que ya tenemos la gran bendición
de conocer a Cristo podemos saber lo que es vivir con él y vivir sin él.
Conocer
a Cristo no solo es saber de él, conocer es intimar con él, hacer que el haga
parte de nosotros tanto que podríamos decir lo que dijo pablo: ya no vivo yo
ahora Cristo vive en mí. Gálatas 2: 20 “Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Vivir en Cristo y que Cristo viva
en mi es tener la capacidad de confesar mi pecado y dejarme guiar a través de
su palabra a la cual yo respondo con oración.
Vivir en Cristo es aceptar que el a
través de su sangre preciosa me dio libertad y que ahora el pecado ya no me
domina. V 11 “Y tú
también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la
cisterna en que no hay agua.”
Sin Cristo podemos llegar a tener
riquezas y una vida de aparente bienestar, pero lo que no podemos tener es la paz
para disfrutar de todas esas riquezas. V 9: 3 “Bien que Tiro se edificó fortaleza, y amontonó plata
como polvo, y oro como lodo de las calles,”
Sin Cristo las riquezas solo son pasajeras.
V 4 “he aquí, el Señor la
empobrecerá, y herirá en el mar su poderío, y ella será consumida de fuego.”
El mundo nos ofrece una vida de
comodidad que después se convierte en agonía, solo si llega Jesucristo a
nuestra vida, nuestra vida puede ser transformada. V 9 “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces
de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador,
humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”
Jesucristo es nuestro protector. V 8
“Entonces acamparé
alrededor de mi casa como un guarda, para que ninguno vaya ni venga, y no
pasará más sobre ellos el opresor; porque ahora miraré con mis ojos.”
El mundo solo nos ofrece riquezas Cristo
nos ofrece prosperidad, la prosperidad es muy diferente a la riqueza.
1. Riqueza: abundancia
de bienes materiales. Hay gente que tiene mucho dinero pero es infeliz y entre
mas tiene más quiere, siempre vive insatisfecho.
2. Prosperidad:
poder vivir bien y disfrutar lo que se tiene sea mucho o poco, si gana poquito
dinero le rinde y lo puede disfrutar, si gana mucho dinero igual lo puede
disfrutar. Pablo era un ejemplo de hombre prospero. filipenses 4: 12 “Sé vivir humildemente, y sé tener
abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para
tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.” El estar satisfecho
con lo que se tiene no quiere decir que debemos ser resignados, más bien quiere
decir que debemos gozarnos con lo que tenemos mientras luchamos por tener algo
mejor.
Muchas de las cosas que tenemos no
es porque las merezcamos, si las tenemos es porque Dios es muy misericordiosos
y el nos las dio a pesar de nuestra imperfección. V 17 “Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta
su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino a las doncellas.”
Ya que Cristo
está en usted, usted está lleno de Dios. Ahora déjelo a él vivir Su vida en
usted.