La única forma de llegar a tener
una vida de éxito es descubriendo cual es el propósito de nuestra vida.
Nadie puede luchar por conseguir un
propósito si no lo conoce.
Un propósito es mucho más que un simple
deseo de hacer o conseguir algo.
El propósito también implica alguna acción dirigida y movimiento.
"Estoy aquí" o "Soy un ser humano" o "Soy un hijo de
Dios" pueden ser frases correctas, pero no indican movimiento. Un
propósito incluye tanto movimiento como dirección.
Dios tiene un gran propósito con la
humanidad y es la salvación y la vida eterna. Y está dispuesto a cumplirlo. Pero
no solo es un sueño o un deseo, el envió a su hijo para que ese propósito se iceria
realidad. V 2 “Cuando
Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a
Jerusalén unos magos,”
Mientras Dios tiene el propósito de
salvara a la humanidad, Satanás tiene el firme propósito de condenarla. Y aquí encontramos
una lucha de poderes.
Dios utilizaría a su hijo para
lograr su propósito de salvación, y Satanás utilizaría a Herodes para impedirlo.
Lo que necesitamos para conseguir
un propósito:
1. Ser diligente. El enemigo
empieza a moverse y Herodes actúa de manera diligente para encontrar a Jesús. V
7 “Entonces Herodes,
llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;”
Muchas veces los cristianos obramos
de manera contraria tenemos grandes sueños, decimos ser hijos del dueño del oro
y de la plata pero actuamos de manera negligente y por eso perdemos las
bendiciones que Dios nos da. Josué 18: 3 “Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de
ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;”
No es que dios no haga milagros, lo
que pasa es que nuestra negligencia hace que no los veamos, ni los disfrutemos.
Para llegar a tener una vida de éxito
no solo debemos: nosotros ser diligentes, también debemos exigir de los que están
con nosotros que actúen con diligencia. V 8 “y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con
diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo
también vaya y le adore.”
Dios también actúa con diligencia
para lograr su propósito. V 12 “Pero siendo avisados por revelación en sueños que no
volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.”
2. Esperar el tiempo oportuno, ser
diligente no significa obrar de manera apresurada. V 13 “Después que partieron ellos, he aquí un
ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a
su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque
acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.” Para todo
hay tiempo.
3. No dejar para mañana lo que
puedes y debes hacer hoy. V 14 “Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se
fue a Egipto,” José no
busco excusas: que era de noche, que estaba frio, que maría necesitaba descansar.
El actuó, obedeció de manera inmediata.
4. Estar dispuesto a todo por
conseguirlo. Herodes estuvo dispuesto a matar a todos los niños, Jehová estuvo
dispuesto a dar la vida de su hijo. V 16 “Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se
enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en
Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los
magos.” Tú que estas dispuesto a
dar para conseguir ese propósito espiritual o secular. Dejar la pereza. El mal
genio. Madrugar a buscar de Dios.
Una vida de éxito no puede ser rígida,
siempre debe esta dispuesta a buenos cambios. Si estas constantemente cambiando
sin estar dentro de los planes entonces es una vida inconstante. Los cambios
nos tienen que llevar a mejorar. V 20-21 “diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a
tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño; 21 Entonces
él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.”
Cuando tenemos un propósito claro,
y bien definido. Todo lo que sucede es para cumplir ese propósito. Dios tenía
un propósito con la vida de Jesús y todo lo que le pasaba estaba dentro de ese
plan. V 23 “y vino y
habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue
dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.”
No vivas por casualidad, busca cual es el propósito de tu
vida y llegaras a tener éxito en todo lo que hagas.
Y lo más importante no metas a Dios en tus planes, más bien
deja que él te meta en los suyos.