Por eso dice el refrán, que
"no hay peor ciego que él no quiera ver", y nosotros podríamos
agregar que no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor mudo que el que
no quiera hablar... Muchas veces
queremos enseñarle a otros las lecciones que nosotros hemos aprendido en la
vida. Puede ser que sea a tu hermana, a tu hija, a tu amiga o en algunos casos a
algún extraño. Sin lugar a dudas sería
maravilloso poder hacerlo.
En algunos casos es posible transmitir lo que hemos aprendido en la vida, pero no en todos. Las lecciones más valiosas, las que hemos aprendido con dolor son probablemente las más difíciles de enseñar a otros.
En algunos casos es posible transmitir lo que hemos aprendido en la vida, pero no en todos. Las lecciones más valiosas, las que hemos aprendido con dolor son probablemente las más difíciles de enseñar a otros.
Si
fuera posible enseñar nuestras experiencias probablemente no habría más
embarazos indeseados, abortos, divorcios, infidelidad, pereza, problemas de
comunicación, envidia, rencor, baja autoestima etc.
Una persona dura de
corazón o terca no escucha razones, tiene oídos pero no oye, ojos y no ve. V
1-2 “Vino a
mí palabra de Jehová, diciendo: 12:2 Hijo de hombre, tú habitas en medio
de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven, tienen oídos para
oír y no oyen, porque son casa rebelde.”
La dureza de corazón
nos lleva a convertirnos en personas necias. Jeremías 5: 21 “Oíd ahora esto, pueblo necio y sin
corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye:”
Una persona terca
siempre cae presa de sus propios errores. V 13 “Mas yo extenderé mi red sobre él, y
caerá preso en mi trampa, y haré llevarlo a Babilonia, a tierra de caldeos,
pero no la verá, y allá morirá.” Y lo que es más grave siempre termina involucrando a los
demás. V 14 “Y
a todos los que estuvieren alrededor de él para ayudarle, y a todas sus tropas,
esparciré a todos los vientos, y desenvainaré espada en pos de ellos.”
La terquedad siempre
lleva a una persona a vivir en angustia. V 19 “Y di al pueblo de la tierra: Así ha
dicho Jehová el Señor sobre los moradores de Jerusalén y sobre la tierra de
Israel: Su pan comerán con temor, y con espanto beberán su agua; porque su
tierra será despojada de su plenitud, por la maldad de todos los que en ella
moran.”
Puede tenerlo todo pero la preocupación no lo hace disfrutar.
Dios no quiere
cuentos o fabulas cristianas. V 24 “Porque no habrá más visión vana, ni habrá adivinación de
lisonjeros en medio de la casa de Israel.” Dios quiere que prediquemos la verdad, solo conociendo la verdad
seremos libres de muchos prejuicios. V 25 “Porque yo Jehová hablaré, y se cumplirá
la palabra que yo hable; no se tardará más, sino que en vuestros días, oh casa
rebelde, hablaré palabra y la cumpliré, dice Jehová el Señor.”
Nuestra salvación y
la vida eterna dependen de conocimiento que tengamos sobre Jesucristo y nuestro
padre Jehová. Juan 17: 3 “Y esta es la vida eterna:
que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado.”
La terquedad no nos
hace ver el peligro no importa si lo tenemos al frente. V 27 “Hijo de hombre, he aquí que los de la
casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para de aquí a muchos días, para
lejanos tiempos profetiza éste.”
Recibe tu Devocional Diario: (Clik.Me Gusta) FACEBOOK: pastor jose luis Dejoy