Cada vez que escuchamos a un
conferencista es muy común escucharle citar frases de grandes escritores. Filósofos,
científicos o personas que de alguna forma tienen algún reconocimiento en el
mundo.
Todo lo que dice el conferencista,
el político. Etc. Es de su autoría, solo cuando algunas pocas palabras no son
de él, cita la fuente para no pecar de plagio.
Quienes hemos aceptado el grado de
servidores de Jesucristo como sus ovejas y entre ellas ovejas con algún grado
de responsabilidad como nosotros los pastores, tenemos una gran diferencia con
los conferencistas.
Como
ya lo explicamos lo que ellos hablan la gran mayoría es de su autoría.
Nosotros los servidores de Jesús. Y
todos los cristianos debemos serlo. Lo que hablamos es de la total autoría de
nuestro señor Jesucristo. La sabiduría con la que hablamos no es nuestra, proviene
de Dios a trabes de su espíritu. V 4 “y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,”
Lo que hablamos los siervos de Dios
debe ser lo revelado por el espíritu santo y no lo que a nosotros nos parece. V
10 “Pero Dios nos las
reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo
profundo de Dios.” Cuando alguien te comparte algo de Dios deberías preguntarle:
eso lo dice usted o lo dice la palabra.
Nosotros los hombres muchas veces no
conocemos ni nuestras propias necesidades, como para conocer la de los demás. V
11 “Porque ¿quién de los
hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?
Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.”
Solo a través del espíritu santo
podemos saber lo que Dios tiene para nosotros de manera personal y para
aquellos a quienes les compartimos. V 12 “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,”.
No des consejos a manera personal,
deja que el espíritu santo lo haga. V 13 “lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por
sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual
a lo espiritual.”
Para poder entender a Jesucristo es
necesario hacerlo en el espíritu, en nuestras fuerzas solo hablamos a través de
nuestra emoción. V 14 “Pero
el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque
para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.”
Si nos dejamos guiar por el espíritu
santo podemos saber los pensamientos de Jesucristo y poderlos trasmitir a los demás.
V 16 “Porque
¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la
mente de Cristo.”
Para hablar de parte de Jesús se necesita:
1. Renunciar a nuestra propia sabiduría
humana. V 2 “Pues me
propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado.”
2. Humildad. Una persona humilde
reconoce que cada día es necesario aprender algo nuevo. El soberbio cree que
todo lo sabe. V 3 “Y
estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;”
No seas sabio en tu propia opinión déjate
guiar por el espíritu santo. La biblia ese libro maravilloso que es la palabra
de Dios. No es de adorno, es nuestra lumbrera, nuestra guía.
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