Cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón entablamos una relación con él.
Y como toda relación muchas veces
experimentamos bajadas y subidas, es por esta razón que siempre debemos estar
esforzándonos por mejorarla.
Estas recomendaciones son para
mejorar nuestra relación con Dios, pero perfectamente las podemos aplicar en
nuestras relaciones interpersonales con los demás en especial con nuestra
pareja o familiares.
Como mejorar nuestra relación con Dios.
1. Honrándolo como a un Verdadero
Padre. V 6 a “El hijo honra al padre, y el
siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra?” si
decimos que Jehová es nuestro padre debemos demostrárselo con nuestra sujeción
a él.
·
1.1. Amándolo de todo corazón. Deuteronomio 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu
alma, y con todas tus fuerzas” Dios
no solo quiere que lo busquemos por interés, él quiere que también seamos
amorosos.
·
1.2. Dedicándole tiempo de
calidad. Lucas 5: 15- 16 “Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha
gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. 16 Mas él se apartaba a
lugares desiertos, y oraba” al igual que le dedicamos tiempo a nuestros seres queridos también
debemos dedicarle tiempo a Jesucristo.
2. Temiéndole como aun Dios
Poderoso y Grande. V 6 b “y si soy señor,
¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros,” el temor
a Jehová no es lo mismo que miedo, el temor que él nos exige es respeto y
obediencia.
·
2.1. ¿Nuestras Oraciones si reflejan respeto o temor? O,
todo lo contrario, nuestras oraciones parecen pliegos de peticiones o lo que es
peor órdenes que le damos a Jesucristo.
3. No Menospreciando su Nombre. V 6
c “oh sacerdotes, que menospreciáis mi
nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?” muchas
personas a pesar de que siempre reciben milagros se sienten avergonzadas de
expresar abiertamente su condición de cristiano.
·
3.1. Algunos por miedo al rechazo de sus amistades o
familiares.
·
3.2. Otros porque se dejan vencer de los prejuicios y
temores.
4. No dándole a Dios lo Peor de lo
que él nos Pide. V 7 “En que ofrecéis
sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que
pensáis que la mesa de Jehová es despreciable” Dios no es un mendigo para
nosotros darle lo que nos sobra. En la distribución de nuestras ganancias
Jehová debe estar de primero en la lista y no de último.
5. Lo que le damos a Jesucristo
debe ser mucho mejor de lo que le damos al Mundo. V 8 “Y cuando ofrecéis el animal ciego para el
sacrificio, ¿no es malo? Asimismo, cuando ofrecéis el cojo o el enfermo,
¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le
serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.” muchas veces nos preocupamos más
de como agradar a los del mundo que en como agradar a Jesucristo.
6. Le Prometemos darle lo mejor a
Jehová cuando le estamos pidiendo un milagro y le mantenemos nuestra promesa
después que él nos da lo que le pedimos. V 14 “Maldito
el que engaña, el que, teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a
Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi
nombre es temible entre las naciones” muchas veces llevados por la
emoción o la necesidad le prometemos grandes cosas si él nos da lo que le
pedimos, y cuando ya lo obtenemos nos duele cumplirle.
7. Adorándole a Dios de corazón y
no solo por costumbre. Isaías 29: 13 “Dice,
pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios
me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que
un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;” muchas
personas se congregan en algún lugar tan solo porque esperan un milagro, si no
tuvieran necesidad o miedo a perder lo que han recibido hace mucho tiempo ya no
se congregarían.
No se trata tan solo de decir que
tenemos una buena relación con Dios o con los demás es necesario demostrarlo y
sobre todo tratar de mejorarla cada día.
