El llamado de Jesucristo es que no nos preocupemos por nuestros enemigos.
la
preocupación por lo que ellos nos puedan hacer genera mal estar y ansiedad las
cuales terminan causándonos cantidad de enfermedades físicas y emocionales.
44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”
Si
nuestros enemigos están en manos de Jesucristo tienen la posibilidad de
arrepentirse y de esta forma su vida ser transformada.
Otra
ventaja de orar por nuestros enemigos es que si Jesucristo los transforma ya
tenemos un enemigo menos.
Si
nuestros enemigos persisten en hacernos daño, lastimosamente se estarán enfrentando
a Jehová y él se encargará de ellos. Isaías
26: 11 “Jehová, tu mano está
alzada, pero ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a
tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá.”
La
ventaja de servirle a Jesucristo es que tenemos toda su protección, no importa
cuanto nos ataquen llevados por la envidia o la maldad, ellos tendrán que
rendirle cuentas a Jesucristo.
Cuál debe ser nuestro comportamiento
frente a nuestros Enemigos.
1. Debemos estar Tranquilos. Salmos
37: 1 “No te impacientes a
causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.” La tranquilidad hace que podamos pensar con
claridad a la hora de actuar.
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1.1.
Ellos vivirán y recibirán conforme a su manera de Actuar. V 2 “Porque como hierba serán pronto
cortados, Y como la hierba verde se secarán.”
2. Debemos confiar y siempre hacer el
Bien. V 3 “Confía en Jehová,
y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.”
No solo nuestros enemigos reciben de acuerdo a como actúan, esta ley se aplica
a todos. Si nosotros le hacemos mal a nuestros enemigos, eso será lo que recibiremos.
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2.1. El mundo le llama la ley
de la compensación, para Jesucristo es la ley de la siembra y la cosecha. Gálatas
6: 7 “No os engañéis; Dios
no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”
3. Debemos sentirnos en Libertad. Isaías
41: 12 “Buscarás a los que
tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que
no es, aquellos que te hacen la guerra.” Jesucristo quita a todos
nuestros enemigos, simplemente debemos dejar que Dios actúe en ellos.
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3.1.
Debemos estar convencidos que es Jesucristo quien nos ayuda. V 13 “Porque yo Jehová soy tu Dios,
quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.”
Entrega a tus enemigos a Jesucristo,
el se encargará de ellos para que tu puedas avanzar libre de temor, no le temas
a tus enemigos de esta forma no contaminaras de su mal actuar.