Lo más sensible que una persona puede tener es su corazón.
El ser sensible hace que se hiera
con facilidad y el peligro de un corazón herido es que se endurece, es decir se
vuelve insensible no solo al dolor personal sino al dolor de los demás. Una
persona con el corazón endurecido no le importa nada ni nadie y está a un paso
de convertirse en alguien perverso.
Si nuestro actuar depende de
nuestro corazón lo más recomendable es que lo cuidemos de todo lo que lo pueda
dañar. V 23 “Sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”
Como cuidar nuestro corazón.
1. Escuchando buenos consejos. V
3-4 “Porque yo también fui hijo de mi
padre, Delicado y único delante de mi madre, Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás” los seres
humanos por lo general somos Influenciables.
2. Adquiriendo sabiduría e
inteligencia. V 5 “Adquiere
sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de
mi boca” la única forma de adquirir sabiduría es pidiéndosela a
Jesucristo. Santiago 1: 5 “Y si alguno de
vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
3. Escoge muy bien a tus amigos. V
14 “No entres por la
vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los malos” las malas
conversaciones dañan nuestras buenas costumbres. La buena costumbre de saludar
de abrazar. Etc. Son alteradas por las malas costumbres de los demás. 1 corintios
15: 33 “No erréis; las malas
conversaciones corrompen las buenas costumbres”
4. No permitiendo que se nos peguen
malas costumbres. V 16 “Porque
no duermen ellos si no han hecho mal, Y pierden el sueño si no han hecho caer a
alguno” las personas con un corazón perverso siempre desean el mal
a los demás, les molesta el bien estar ajeno.
5. Cuidando nuestra mente. De lo
que haya en nuestra mente se llena nuestro corazón. Tu escoges los pensamientos
que quieres tener. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” nuestra
mente se alimenta de lo que ve y de lo que escucha.
Recuerda que Nuestra boca habla de
lo que hay en nuestro corazón. Mateo 12: 34 “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?
Porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Si quieres tener un cambio de vida agradable, cuida
tu corazón, son nuestras emociones las que determinan nuestra forma de actuar.
No te descuides, a los seres
humanos se nos pega con rapidez todo lo que es malo, por una sola razón, la
naturaleza de nuestro corazón es pecaminosa. Jeremías 17:9-10 “Engañoso es el corazón más que todas
las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
Nosotros somos lo que son nuestros pensamientos y
nuestros sentimientos. Si quieres ser un vencedor y vivir como un vencedor
cambia tu manera de pensar y tu manera de sentir. Solo Jesucristo nos da una
nueva vida.