La convivencia pacífica y sana es fundamental para lograr un ambiente armonioso en cualquier ámbito de nuestra vida, ya sea en el hogar, en el trabajo o en la comunidad. Es importante aprender a relacionarnos de manera positiva con los demás, respetando sus diferencias y buscando siempre el bienestar común. Esto no solo nos beneficia individualmente, sino que también contribuye a la construcción de una sociedad más equitativa y justa.
En el salmo 133 Dios nos hace un
llamado, a través del salmista nos enseña que la única forma de convivir bien y
poder disfrutar de tiempos de paz es si aprendemos a vivir en Armonía. V 1.2 “¡Mirad cuán bueno y
cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo
sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba,
La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras;”
Como lograr la Armonía en un Grupo.
1. Siendo humildes. Filipenses 2: 3
“Nada hagáis por
contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los
demás como superiores a él mismo” una persona humilde es aquella
que a pesar de sus triunfos o logros nunca se cree más que los demás.
2. Dejando todo egoísmo. Filipenses
2: 4 “no mirando cada uno
por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” las
personas que solo piensan en su beneficio se molestan cuando alguien diferente
a él triunfa, el egoísta prefiere perder a tener que colaborar para que alguien
más gane.
3. Poniéndose al nivel de los
Demás. V 7-8 “sino
que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” El ponernos al nivel de los demás nos ayuda a
entenderlos y poderles ayudar de manera más eficaz.
4. Soportándose los unos a los
otros. Efesios 4: 2 “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia
los unos a los otros en amor” cuando nos soportamos de manera mutua logramos
equilibrio o armonía en nuestra relación, cuando solo uno de los miembros del
grupo familiar, espiritual o de cualquier otro índole es el que soporta, la
relación se desequilibra pierde la armonía y pronto se desploma.
5. Renunciando a toda Amargura.
Efesios 4: 31 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y
maledicencia, y toda malicia” la amargura es un sentimiento que se genera a causa
del inconformismo, las personas inconformes con lo que tienen no pueden
disfrutar de la vida y de las bendiciones que reciben a diario.
La amargura al igual que una raíz
va creciendo e invadiendo no solo nuestro ser, también invade el corazón de las
personas que están a nuestro alrededor.
6. Teniendo la capacidad de
perdonar y pedir perdón. Efesios 4: 32 “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” las
personas con incapacidad de perdonar siempre mantienen vivas las heridas de su
alma, la falta de perdón hace que no pueda avanzar.
7. Sintiendo Amor por los demás. 1
Juan 4: 20 “Si
alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que
no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha
visto?” solo el amor por los demás hace que pensemos en su
bienestar y esto genera buena convivencia.
8. Amándose a sí mismo. Mateo 22:
39 “Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” las personas que no se
aman a sí mismo no pueden amar a los demás, no son los demás los que nos hacen
felices, ser feliz es una decisión, tú decides ser feliz o infeliz.
Solo si aprendemos a tener armonía
o equilibrio en nuestra vida podemos relacionarnos con los demás, los seres
humanos no fuimos hechos para vivir en aislamiento, los seres humanos fuimos
hechos para vivir en sociedad y solo si vivimos en armonía con Dios, con
nosotros mismos y los demás podremos vivir en Paz.