miércoles, agosto 21, 2024

Salmos 93. La grandeza de Dios.

 

Este versículo del Salmo 93 es un recordatorio de la grandeza del poder de Dios, comparado con la fuerza del mar y sus olas recias, que pueden ser aterradoras y amenazantes. Los antiguos hebreos tenían un gran respeto por el mar, que representaba lo desconocido y lo peligroso. Pero, en comparación con Dios, incluso las olas más poderosas del mar no son nada en términos de poder y grandeza.

En momentos de incertidumbre y miedo, este versículo nos recuerda que debemos confiar en el poder divino de Dios, que es más fuerte que cualquier cosa que pueda aparecer en nuestro camino.

En lugar de permitir que nuestros miedos y preocupaciones nos paralicen, debemos recordar que Dios está con nosotros y tiene el poder de protegernos y guiarnos a través de cualquier situación. V 1-2 “Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá, Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente.

En última instancia, el Salmo 93:1-2 es un recordatorio de que Dios es más grande que cualquier cosa que pueda aparecer en nuestro camino, y que su poder es suficiente para sostenernos a través de cualquier tormenta. Siempre debemos tener esto en cuenta, y mantener nuestra fe y confianza en Dios en todo momento.

El saber de la Grandeza y el Poder de Dios nos permite.

1. Enfrentarnos sin temor a cualquier dificultad que se nos presente. Filipenses 4: 13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Pablo no esperaba que Cristo le quite los problemas, pero si estaba convencido que Jesucristo le daría las fuerzas para soportar.

·         1.1. El problema de muchos cristianos es que nos congregamos esperando que Jesucristo nos complazca en todo lo que le pedimos.

·         1.2. Pablo consideraba que Jesucristo siendo Rey no es el que tiene que complacernos a nosotros, todo lo contrario, quienes tenemos la obligación de complacer a Dios somos nosotros.

·         1.3. Cada culto es la oportunidad que tenemos para complacer a nuestro Dios entregándonos en sacrificio vivo. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”

2. Poder dormir y despertar en Paz. Salmos 4: 8 “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.” Jesucristo nos da paz a un en medio de las tormentas.

·         2.1. Quienes manifestamos nuestra fe en Jesucristo no necesitamos estar libres de todo problema para experimentar paz en nuestro Corazón. La paz que nos ofrece Jesucristo es incomprensible para el mundo. Filipenses 4: 7 “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

·         2.2. La paz que nos da Jesucristo nos permite pensar con tranquilidad para no solo ver los problemas, cuando estamos en paz también podemos ver la solución.

·         2.3. Con Jesucristo podemos ver oportunidades de avanzar y prosperar donde otros solo ven obstáculos que les impiden avanzar.

Los problemas son inevitables en este mundo, pero con Jesucristo podemos enfrentarlos y salir victoriosos en el tiempo de Dios.

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