Este versículo del Salmo 93 es un recordatorio de la grandeza del poder de Dios, comparado con la fuerza del mar y sus olas recias, que pueden ser aterradoras y amenazantes. Los antiguos hebreos tenían un gran respeto por el mar, que representaba lo desconocido y lo peligroso. Pero, en comparación con Dios, incluso las olas más poderosas del mar no son nada en términos de poder y grandeza. En momentos de incertidumbre y miedo, este versículo nos recuerda que debemos confiar en el poder divino de Dios, que es más fuerte que cualquier cosa que pueda aparecer en nuestro camino.
En lugar de permitir que nuestros
miedos y preocupaciones nos paralicen, debemos recordar que Dios está con
nosotros y tiene el poder de protegernos y guiarnos a través de cualquier
situación. V 1-2 “Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió,
se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá, Firme es tu trono
desde entonces; Tú eres eternamente.”
En última instancia, el Salmo 93:1-2
es un recordatorio de que Dios es más grande que cualquier cosa que pueda
aparecer en nuestro camino, y que su poder es suficiente para sostenernos a
través de cualquier tormenta. Siempre debemos tener esto en cuenta, y mantener
nuestra fe y confianza en Dios en todo momento.
El saber de la Grandeza y el Poder
de Dios nos permite.
1. Enfrentarnos sin temor a
cualquier dificultad que se nos presente. Filipenses 4: 13 “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece.” Pablo no esperaba que Cristo le quite los problemas, pero si
estaba convencido que Jesucristo le daría las fuerzas para soportar.
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1.1. El problema de muchos cristianos es que nos
congregamos esperando que Jesucristo nos complazca en todo lo que le pedimos.
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1.2. Pablo consideraba que Jesucristo siendo Rey no es
el que tiene que complacernos a nosotros, todo lo contrario, quienes tenemos la
obligación de complacer a Dios somos nosotros.
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1.3. Cada culto es la oportunidad que tenemos para
complacer a nuestro Dios entregándonos en sacrificio vivo. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es
vuestro culto racional.”
2. Poder dormir y despertar en Paz.
Salmos 4: 8 “En paz me
acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”
Jesucristo nos da paz a un en medio de las tormentas.
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2.1. Quienes manifestamos nuestra fe en Jesucristo no necesitamos
estar libres de todo problema para experimentar paz en nuestro Corazón. La paz
que nos ofrece Jesucristo es incomprensible para el mundo. Filipenses 4: 7 “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
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2.2. La paz que nos da Jesucristo nos permite pensar
con tranquilidad para no solo ver los problemas, cuando estamos en paz también podemos
ver la solución.
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2.3. Con Jesucristo podemos ver oportunidades de
avanzar y prosperar donde otros solo ven obstáculos que les impiden avanzar.