La soledad es una experiencia universal que se manifiesta en diversas formas y afecta a personas de todas las edades y contextos. A menudo malinterpretada, la soledad no es simplemente la ausencia de compañía, sino un estado emocional complicado que implica un sentimiento de desconexión, aislamiento y, a veces, tristeza profunda. Este sentimiento puede originarse debido a diversas situaciones: desde el aislamiento físico hasta la sensación de no ser comprendido por los demás.
La soledad no discrimina; puede afectar tanto a aquellos
rodeados de gente como a quienes físicamente están solos.
David no estaba solo, pero tenía
ese sentimiento de soledad que lo estaba destruyendo. 102: 6- 7 “Soy semejante al
pelícano del desierto; Soy como el buho de las soledades; Velo, y soy Como el pájaro
solitario sobre el tejado.”
La soledad física no causa ningún
problema porque tarde o temprano los seres humanos terminamos acostumbrándonos.
Lo que en realidad destruye a una persona es el sentimiento de soledad, una
persona con sentimiento de soledad puede estar rodeada de gente y se siente
sola.
Que Produce el sentimiento de Soledad.
1. Desesperación. V 23 “El debilitó mi fuerza
en el camino; Acortó mis días.” La desesperación es mala
consejera, por lo general siempre terminamos tomando malas decisiones. La única
forma de salir de la desesperación es si aprendemos a entregárselas a
Jesucristo. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene
cuidado de vosotros.”
2. Miedos. V 9 “Por lo cual yo como
ceniza a manera de pan, Y mi bebida mezclo con lágrimas” los
diferentes miedos que invaden nuestro corazón terminan por meter nuestros
proyectos. Miedo al que dirán, al fracaso al hacer el ridículo. Etc.
3. Tristeza. V 11 “Mis días son como
sombra que se va, Y me he secado como la hierba” la
tristeza hace que nos sintamos menos que los demás, nos hace ver solo problemas
y no nos permite ver la solución.
Como superar los Sentimientos de Soledad.
1. Reconoce que te sientes solo o
sola. V 2 “No
escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate
a responderme el día que te invocare.” el
problema de no reconocer lo que sentimos es que no podemos pedir ayuda.
2. Reconociendo que hay una herida
en nuestro corazón. V 4 “Mi corazón está herido, y seco como la hierba, Por lo cual
me olvido de comer mi pan” debemos entender que mientras estemos en este mundo
es normal que nos hieran y que nosotros también herimos a otros muchas veces
sin querer.
3. No sintiéndose menos que los
Demás. 2 corintios 11: 5 “y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes
apóstoles.” Dios a todos nos hizo iguales la diferencia está en que
algunos se atreven hacer cosas diferentes otros se resignan a lo mismo de
siempre.
4. Valorándose a sí mismo. 2 corintios
12: 11 “Me he hecho un necio
al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por
vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque
nada soy.” Las
personas que no se valoran tienden a aislarse creen que nadie quiere estar con
ellos.
5. Piensa de manera Positiva.
Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Nosotros
somos producto de lo que pensamos, la fe es positiva y es negativa, si tú dices
que no puedes, esa es tu fe por lo tanto nunca podrás.
6. Busca servir en algo con los
demás. Lucas 22: 27 “Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el
que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como
el que sirve.” Una persona
servicial por lo general siempre se siente útil.
7. Se Amable con Todos. 2 Timoteo
2: 24 “Porque el siervo del
Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar,
sufrido”