Una historia china habla
de un anciano labrador que tenía un viejo
caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapo a las
montañas. Cuando los vecinos del labrador le dijeron que mala suerte
tenía por perder el caballo, el les replico:
¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?
Una semana después el caballo volvió trayendo consigo una manada de
caballos salvajes. Entonces sus vecinos felicitaron al labrador por
su buena suerte y este les respondió:
¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?
Cuando el hijo del labrador intento domar uno de aquellos caballos
salvajes, se cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo considero esto
como una desgracia. No así el labrador, quien se limito a decir:
¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?
Unas semanas más tarde, el ejército entro en el poblado y fueron
reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones.
Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron
tranquilo. ? > ¿Había sido buena suerte?, ¿Mala suerte?,? ¿Quién sabe?
Todo lo que a primera vista parece contratiempo puede ser un disfraz
del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente
dañino. Así pues, será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que
es buena y mala suerte, y le agradezcamos que todas las cosas se
conviertan en bien para los que le aman.
Para las personas de éxito no existe buena o mala suerte, para ellos lo único que existe es preparación mas oportunidad y Bendiciones de Dios. si se presenta la oportunidad y estamos preparados la podemos aprovechar y Jesucristo hace que se haga Realidad si es su Voluntad.