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Job 2. Escuchar también es ayudar

 

En este mundo tan convulsionado es normal que cada día nos encontremos con centenar de personas que están pasando por situaciones muy difíciles y que necesitan ayuda de manera desesperada.

La gran mayoría de personas unos por maldad otros por la desesperación de querer ayudar, cometemos el error de juzgar y ofender a los demás. V 9 “Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete

Muchas personas lo único que necesitan es que alguien los escuche, a las personas que están pasando por momentos de dificultad les gusta sacar de su corazón todo lo que sienten. V 13 “Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande.

Vivimos un tiempo en el que abunda el ruido. La dinámica de las redes sociales y de nuestras comunicaciones interpersonales mediadas por la tecnología nos impulsa a hablar, escribir y opinar a toda hora, por el simple hecho de formar parte de la conversación. Y aunque parezca que hay diálogo, este es un tiempo en el que poco nos escuchamos con atención. En este escenario, más que nunca que las personas necesitamos desarrollar la habilidad de escuchar.

Escuchar es una de las capacidades y habilidades básicas para la vida, fundamental para el éxito en la vida personal, académica y en el ámbito laboral. De hecho, escuchar activamente trae enormes beneficios, tanto en contextos personales como profesionales. De hecho, esta habilidad puede transformar la calidad de la comunicación y fortalecer los lazos entre las personas.

El arte de escuchar es dedicarle a alguien toda tu atención y además dejarle claro que lo estás haciendo. De esta forma la gente se siente libre para seguir hablando, incluso cuando no tengas mucho más que ofrecerle que tus orejas.

A la mayoría de las personas les gusta más hablar que escuchar. Si nos ponemos técnicos, se ha demostrado que hablar de nosotros mismos activa, áreas del cerebro relacionadas con el placer por lo que resulta hasta cierto punto normal que prefiramos oírnos a nosotros mismos que a los demás.

cuando tenemos un conflicto verbal con alguien lo más habitual es que nuestra mente esté ocupada pensando en la respuesta a lo que nos están diciendo. Como asumimos que es algo en lo que no vamos a estar de acuerdo, en lugar de prestar atención nos centramos en cómo rebatir ese mensaje.

El hablar antes de escuchar no solo nos mete en problemas o nos avergüenza también nos lleva a tomar malas decisiones. Proverbios 18: 13 “Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio.

El saber escuchar a los demás, en especial a Jesucristo nos lleva a desarrollar vidas de éxito y prosperidad, el hablar sin escuchar nos conduce a la pobreza. Proverbios 14: 23 “En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen

Jesucristo no escucha la oración de quien no le escucha o a quien no atiende a la palabra. Proverbios 28: 9 “El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.

La mejor forma que tenemos para ayudar a alguien que esta pasando por un momento de dolor es escuchándole.

                                                                                        
Cuando una persona esta pasando por un intenso dolor lo que menos quiere es escuchar señalamientos y acusaciones, lo único que quiere es un buen amigo que le escuche.