La mayoría de los seres humanos queremos o deseamos ser personas de éxito.
Todos tenemos dones
y talentos para lograrlo, pero a pesar de nuestro mucho esfuerzo siempre corremos
el peligro de equivocarnos de ahí que nace la necesidad de poder corregir, si
no corregimos nos estancamos y dejamos de avanzar.
En lo espiritual el
pueblo de Dios se dejó contaminar. V 1 “¡Ay de
la ciudad rebelde y contaminada y opresora!”
Desde los tiempos
de Adán en el corazón de los hombres solo hay rebeldía, no nos gusta someternos
a nuestras autoridades, sean políticas, religiosas o en el hogar.
El mundo cada día
va más en decadencia porque no le gusta la corrección, los hogares donde
llevados por el modernismo ya no corrigen a sus hijos se puede ver el
deterioro, cada vez hay hogares destruidos y otros a punto de destruirse.
Entre más rebeldes
somos menos nos gusta la corrección. V 2 “No
escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a
su Dios.”
Queremos un Dios
que nos permita nuestra maldad, queremos llegar al cielo, pero por el camino
ancho, queremos viajar cómodos. Y buscamos profetas y sacerdotes iguales a
nosotros. V 4 “Sus profetas son livianos, hombres
prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley.”
Queremos un Dios
que haga muchos milagros pero que no se meta con nuestra forma de vivir,
queremos ser cristianos, pero seguir viviendo igual que antes de conocer de
Cristo, hoy en día ha crecido en gran manera las personas que han recibido a
Cristo, pero ha reducido sustancialmente el número de cristianos convertidos,
hoy la gente ama las montoneras, donde nadie se dé cuenta de su tibieza
espiritual. 2 Timoteo 4: 3- 4 “Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4:4 y apartarán de
la verdad el oído y se volverán a las fábulas.”
Dios nos corrige
para no tener que destruirnos, pero preferimos hacernos los sordos, es mejor
pensar en un Dios que no castiga. V 7 “Dije:
Ciertamente me temerá; recibirá corrección, y no será destruida su morada según
todo aquello por lo cual la castigué. Mas ellos se apresuraron a corromper
todos sus hechos.”
Si aceptamos la
corrección podremos llegar a ser como en el principio, seremos puros. V 9 “En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de
labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de
común consentimiento.”
Llegará el día en
que busquemos a Dios más para adorarle que para solo pedirle. V 10 “De la región más allá de los ríos de Etiopía me
suplicarán; la hija de mis esparcidos traerá mi ofrenda.” Jesucristo
está buscando adoradores en espíritu y en verdad. Juan 4: 23 “Mas la hora
viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren.”
Llegará el día en
que seremos humildes delante de Dios, una persona que solo busca a Dios para
exigirle milagros no es una persona humilde. V 12 “Y
dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre
de Jehová.”
Solo si aceptamos
la corrección de Dios podremos cambiar nuestra manera de vivir. V 13 “El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá
mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados,
y dormirán, y no habrá quien los atemorice.”
Dios nos ordena ser
perfectos, la perfección no es una opción, pero la única forma de lograrlo es a
través de la corrección. Mateo 5: 48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre
que está en los cielos es perfecto.”
Dios quiere un
pueblo de adoradores que se deleiten en Jehová. V 17 “Jehová
está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría,
callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.” Solo cuando
aprendemos a deleitarnos delante de Dios recibiremos todo lo que anhela nuestro
corazón, y está sujeto a su voluntad. Salmo 37: 4 “Deléitate
asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
Las personas de fracaso son aquellas que
siempre se oponen a la corrección, quieren hacer las cosas pero a su manera,
las personas de éxito son aquellas que saben que para lograr cosas importantes
es necesario corregir y mejorar.