Hoy en día todos los que decimos haber recibido a Jesucristo en nuestro corazón nos llamamos pueblo de Dios.
Muchas personas que
en su país tienen dificultades financieras por lo general anhelan marcharse a
otro país para vivir muy bien.
Vivir en un país que no conocemos y que sobre todo no conocemos
sus leyes podría meternos dificultades, en todos los países hay costumbres y leyes
diferentes a las del país donde vivimos.
En nuestro país posiblemente la mejor comida puede ser carne de vaca,
pero si vamos a vivir a la india nos meteríamos en problemas si matamos una
vaca ya que haya son protegidas por la ley.
Al hacer parte del pueblo de Dios de la nación santa también deberíamos
preocuparnos por saber cuáles son sus leyes.
Pero la verdad es que la gran mayoría solo desea pertenecer al
pueblo de Dios para beneficiarse de los milagros que les ofrecen los líderes
religiosos.
Las personas de afuera son las que se la pasan pidiendo y pidiendo,
los del pueblo de Dios saben que Jehová les provee en su momento. Mateo 6:
31-32 “No os afanéis, pues,
diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los
gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas”
Como es el
pueblo de Dios.
1. Se tienen valía.
Miqueas 4: 1 “Acontecerá en los postreros tiempos
que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y
más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.” Quienes pertenecen
al pueblo de Dios se ven a sí mismo como unos príncipes o princesas.
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1.1. Muchos cristianos se menosprecian y creen que
no valen nada, no se puede evangelizar y dar a conocer las maravillas de Dios
si no se siente importante.
2. Su motivo para
congregarse es el hambre y la sed de aprender de la palabra de Dios, y el deseo
vehemente de cumplir la ley de Jehová. V 2 “Vendrán
muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del
Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque
de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.”
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El Pueblo de Dios no necesita hacer shows para
atraer personas, la gente los busca por el dominio de la palabra.
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1.2. ¿Qué te motiva a congregarte? Los milagros. La
costumbre. Las conferencias. El único motivo debería ser el aprender de la
palabra de Dios
3. La gente anhela
y acepta la soberanía de Dios. V 3 “Y él juzgará
entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y
martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará
espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.”
Aceptar la soberanía de Dios es dejar que el gobierne sobre mi vida y la vida
de mi familia.
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3.1. El pueblo de Dios se caracteriza por el
esfuerzo que hace para cambiar su mala manera de vivir.
4. La obediencia es
radical, sin importar las creencias o las costumbres de los demás pueblos, o
del mundo. V 5 “Aunque todos los pueblos anden cada
uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová
nuestro Dios eternamente y para siempre.”
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4.1. No importa si tú eres el uno por ciento de los
que se someten a la ley de Dios, no importa si el 99 por ciento del resto de
los que se llaman cristianos hacen lo contrario de lo que establece la ley de
Dios, lo importante es que tu marques la diferencia.
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4.2. No importa lo que eras o lo que todavía eres,
si aceptas a Jesucristo en tu corazón. El gobernara sobre ti y tu vida
cambiara. V 6-7 “En aquel día, dice Jehová, juntaré
la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; 4:7 y pondré a la
coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará
sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.”
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4.3. No importa que todos estén en contra, toma la
decisión de someterte a Dios. V 11 “Pero ahora se
han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros
ojos su deseo en Sion.” El verdadero pueblo de Dios no se hace a los del
mundo solo para agradarlos, su principal deseo es agradar a Dios.
Pronto sentirás el
respaldo y el poder de Dios. V 13 “Levántate y
trilla, hija de Sion, porque haré tu cuerno como de hierro, y tus uñas de
bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás a Jehová su botín, y sus
riquezas al Señor de toda la tierra.”
Todos dicen creer
en Jesucristo, el solo creer no nos convierte en el pueblo de Dios, de ti y de
mi depende si queremos agradar a Dios o a los del mundo. Jesucristo quiere un
Pueblo especial que lo adore en espíritu y en verdad a pesar de las
dificultades y presiones de los del Mundo.