miércoles, noviembre 03, 2021

Isaías 59. Cuando nos alejamos de Dios

 

Alejarnos de Dios no necesariamente tiene que ver con que renunciemos a la vida cristiana o que nos regresemos al mundo.

Nos alejamos de Dios cuando pecamos, recordemos que pecar significa errar al blanco o equivocarnos.

Los seres humanos de manera constante estamos pecando. 1 Juan 1: 8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros

Pecamos o nos equivocamos cuando dejamos de congregarnos llevados por los afanes del mundo, las diferentes preocupaciones y hasta el exceso de Prosperidad.

Somos nosotros quienes nos alejamos de Dios, Jesucristo siempre está listo para ayudarnos él siempre se mantiene cerca de nosotros. V 1 “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;”

Pero a pesar de que Jesucristo nunca nos abandona muchas veces sentimos que Jesucristo no está con nosotros.

Que sucede cuando pecamos o nos Equivocamos.

1. Hay una división entre Dios y nosotros. V 2 a "pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios" ya no tenemos un mismo sentir. Ya no da ganas de orar, de leer la palabra, cuando nos sentimos culpables también sentimos Desanimo.

2. El Rostro de Dios se Oculta. V 2 b “y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.” Por más que tratamos ya no lo vemos, ya no lo sentimos y creemos que el ya no nos escucha y por esta razón nos sentimos abandonados.

Pecar significa errar al blanco, es decir equivocarnos. No solo de manera espiritual, también de manera secular. Cuando tomamos malas decisiones. Muchas veces sabemos hacer las cosas bien, nos hemos preparado, conocemos lo que estamos haciendo, pero por pereza o por el afán preferimos hacerlo mal. Santiago 4: 17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

En nuestros hogares por lo general estamos cerca, estamos juntos, pero a la vez nos podemos sentir lejos de nuestros seres queridos. Levantamos un muro con nuestra indiferencia, la envidia, el mal genio o la incomprensión.

Dios es justicia y amor por lo tanto nosotros obramos de igual manera cuando estamos junto a él. Pero cuando nos alejamos también se aleja de nosotros la justicia. V 9 “Por esto se alejó de nosotros la justicia, y no nos alcanzó la rectitud; esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad.

Dios es luz, y separados de él solo nos queda la oscuridad. V 10 “Palpamos la pared como ciegos, y andamos a tientas como sin ojos; tropezamos a mediodía como de noche; estamos en lugares oscuros como muertos.” La luz produce vida, la oscuridad produce muerte.

Cuando llegamos a los pies de Cristo. Él nos da una nueva forma de vida llena de gozo y felicidad aun en los problemas. Apartados de él seguimos viviendo tal como éramos antes, mentirosos, calumniadores. Etc. V 12- 13 “Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados: 59:13 el prevaricar y mentir contra Jehová, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira.”

¿Pero sabes qué? Hay otra noticia maravillosa. Cristo puede derribar todo muro que nosotros hayamos levantado. V 20 “Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.”  Colosenses 1: 20 “y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”

Si nos hemos apartado de Dios, Jesucristo es el camino que nos acerca a nuestro amado Jehová. Juan 14: 6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Jesucristo quiere reconciliarnos con el padre, quiere darnos salvación y vida eterna, pero él no obliga a nadie, el solo nos invita. Apocalipsis 3: 20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Jesucristo destruye el muro que nosotros levantamos con nuestros pecados, pero el acercarnos o No es nuestra decisión. Tú decides si recibes a Cristo en tu corazón y dejas que el haga de ti la persona que él quiere que seas, y escriba tu nombre en el libro de la vida.

Si tú tomas la decisión de acercarte a Dios, sucederá algo Maravilloso:

1. Todas las demás personas que están a tu alrededor tienen la oportunidad de conocer de Dios. V 19 “Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria;

2. Tendrás protección de parte de Dios, no importa cuántos enemigos tengas. El espíritu santo levantara bandera a tu favor. V 19 b “porque vendrá el enemigo como río, más el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él

3. Dios hace un pacto: su palabra nunca faltara de nosotros y de nuestras generaciones. V 21 “Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.”

A través de la palabra de Dios no solo tenemos salvación y vida eterna. También la palabra nos prospera y hace que todo lo que hagamos nos salga bien. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

El alejarnos o permanecer siempre unido a Jesucristo es nuestra decisión, él nunca se aleja de nosotros, somos nosotros quienes nos apartamos de él.

Muchas personas creen que porque están llenos de riquezas no están alejados de Jesucristo, aun alejados de Dio podemos enriquecer, muchas personas sin Jesucristo han llenado sus bolsillos de dinero, pero sienten vacío su corazón, Jesucristo nos da llenura, paz y tranquilidad.