lunes, noviembre 01, 2021

Isaías 57. Un Pueblo Tibio.

 

El problema del pueblo cristiano actual es que ha entrado en un proceso de tibieza espiritual.

Ya no se vive el cristianismo con la pasión que quiere Jesucristo.

La mezcla del cristianismo con las prácticas del mundo ha hecho que se convierta en algo tibio.

Ya el pueblo cristiano se parece al adagio del mundo: ni raja ni presta el hacha, ni evangeliza ni deja que otros lo hagan, todo le da igual, cree que tan solo congregarse en la iglesia de su predilección es suficiente.

Mientras los líderes cristianos llevan a sus miembros a una batalla campal entre los grupos religiosos, el cristianismo cada día va de mal en peor.

 El pueblo de Dios cada día se hace más indolente. V 1-2 “Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que dé delante de la aflicción es quitado el justo. 57:2 Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios.” Cuando un cristiano se equivoca o peca es mucho más fácil que alguien del mundo lo consuele que un hermano de la iglesia.

Por eso muchos que se equivocan ya no pueden salir del mundo porque los mismos cristianos se encargan de hundirlo y desprestigiarlo.

 Por el afán de crecer en membresía, cada día las personas mundanas sin ningún cambio en su corazón están dirigiendo las iglesias. V 3-4 “Mas vosotros llegaos acá, hijos de la hechicera, generación del adúltero y de la fornicaria. 57:4 ¿De quién os habéis burlado? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? No sois vosotros hijos rebeldes, generación mentirosa,” en las iglesias cristianas Satanás poco a poco está acabando con la palabra de Dios y la está remplazando por show artísticos y espectáculos de milagros.

 Cada vez el pueblo de Dios va en retrocesos poco a poco y sin darse cuenta está llegando otra vez a un estado de idolatría. V 5-6 “que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol frondoso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos  57:6 En las piedras lisas del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y a ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿No habré de castigar estas cosas?

Cada vez los miembros de muchas iglesias tan solo son amadores del dinero y de los bienes materiales, su principal motivación para hacerse cristiano es que Jesucristo les conceda todo lo que ellos piden.

 La tibieza espiritual hace que cada día muchos cristianos para hacer las cosas del mundo tengan muchas fuerzas y ganas, en cambio para las cosas de Dios estén muy ocupados y cansados. V 10 “En la multitud de tus caminos te cansaste, pero no dijiste: No hay remedio; hallaste nuevo vigor en tu mano, por tanto, no te desalentaste.

 Las iglesias tibias le temen más al mundo que a Jesucristo. V 11 “¿Y de quién te asustaste y temiste, que has faltado a la fe, y no te has acordado de mí, ni te vino al pensamiento? ¿No he guardado silencio desde tiempos antiguos, y nunca me has temido?” muchos cristianos tibios acuden al templo siempre y cuando el mundo les dé permiso.

Para el cristiano tibio es mucho más importante los compromisos con el mundo que los compromisos con Dios.

 La tibieza espiritual poco a poco nos convierte en personas rebeldes delante de Jehová. V 17 “Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón.” El cristiano tibio poco a poco es arrastrado al mundo y no se da cuenta.

 El problema del cristiano tibio es que por muchos milagros que reciba de parte de Dios nunca se siente en paz. V 21 “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.

 La única forma de evitar la tibieza espiritual es manteniéndonos en oración constante y nutriéndonos diariamente de la palabra de Dios.

 Sírvele a Jesucristo con todo tu corazón, no dejes que las costumbres y tradiciones del mundo te entretengan, te puedes convertir en un tibio abominable ante los ojos de Jesucristo.