lunes, mayo 17, 2021

Salmos 88. Una Vida cristiana.

 

Hoy en día encontramos una gran cantidad de cristianos que viven desanimados y enojados con Dios.

Encontramos a otros que dicen haber sido cristianos en alguna ocasión, pero se desanimaron y optaron por retirarse de la vida cristiana, y así como un día dijeron ser cristianos tranquilamente hoy dicen ya no serlo.

El problema de esta generación de cristianos desanimados es que ellos se hicieron cristianos porque creían que de esta forma sus problemas se acabarían para siempre.

No han entendido que con Jesucristo o sin Jesucristo igual seguiremos teniendo problemas, algunos se preguntan. Si con Cristo tenemos problemas y sin el también, entonces para que nos hacemos cristianos.

La diferencia está en que: sin Cristo son los problemas los que terminan dominándonos, con Jesucristo somos nosotros quienes dominamos a los Problemas.

Las personas que reciben a Jesucristo en su corazón creyendo que esto les evitara problemas y que su vida será un remanso de paz son las que viven en constante desanimo.

Un adagio popular dice: el Amor que se alimenta de regalos, siempre tendrá hambre. Las personas que buscan a Jesús solo por necesidad siempre tendrán necesidad y si sienten que Jesucristo no los satisface pronto lo abandonan.

Es natural que cuando llegamos a los pies de cristo lo hicimos porque teníamos problemas, lo que no es normal es que lo sigamos buscando por interés y no porque nos llegamos a enamorar.

Jehová tenía una excelente relación con David, Dios se agradaba de David tanto que era considerado conforme al corazón de Jehová. Hechos 13: 22 “Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero

David consideraba que tenía una buena comunicación con Dios, día y noche estaba conectado en oración. V 1- 2 “Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti. Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor.

David era conforme al corazón de Jehová porque nunca dejaba de confiar en el a pesar de las difíciles circunstancias por la que tenía que pasar.

Para no desanimarnos de buscar a Jesucristo debemos entender que, aunque seamos cristianos siempre tendremos momentos de:

1. Angustia. En algunos momentos pensamos que nuestra vida solo está llena de males y que nada nos sale bien. Salmos 88:3 “Porque mi alma está hastiada de males,
Y mi vida cercana al Seol.

En estos momentos de angustia es donde debemos acercarnos más a Jesucristo, y entregarle a él todas nuestras cargas. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros

2. Momentos sin Fuerzas. V 4 “Soy contado entre los que descienden al sepulcro;
Soy como hombre sin fuerza
,” es normal que muchas veces nos sintamos cansados y hasta decepcionados de la vida, Jesucristo mismo tenia momentos donde quería renunciar, pero inmediatamente volvía a conectarse con su padre en oración y era fortalecido.

·       2.1. La oración no solo es para pedir o exigir, la oración es ese momento donde nos conectamos con Jesucristo para sentir su presencia y todo su amor. No ores solo para exigir, ora para agradecer y para contarle la situación que estás viviendo, sin entrar en el campo de las exigencias.

·       2.2. Solo Jesucristo a través de su palabra y a través de la oración nos puede dar nuevas fuerzas para continuar luchando. Isaías 40: 31 “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

3. Momentos donde Parece que no hay ninguna salida. V 6 “Me has puesto en el hoyo profundo, En tinieblas, en lugares profundos.” Jesucristo es esa luz maravillosa que nos muestra por donde tenemos que avanzar, recuerda que la palabra de Dios es como nuestra lumbrera al caminar. Salmos 119: 105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.

4. Momentos donde Nos sentimos solos. V 8,18 “as alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir; Has alejado de mí al amigo y al compañero, Y a mis conocidos has puesto en tinieblas” en muchas ocasiones nos parece que todos nos han abandonado, miramos por todas partes y nos parece que no hay nadie quien nos pueda ayudar.

·       4.1. En estos momentos de soledad debemos recordar que Jehová siempre estar con nosotros, no importa si los demás nos abandonan, en Jesucristo siempre podemos confiar. Salmos 27: 10 “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.

Jesucristo no nos quita muchos de esos problemas propios de esta vida, pero si nos entrena y nos prepara para que salgamos victoriosos. David no le daba gracias a Jehová por quitarle los problemas, David le daba gracias porque lo entrenaba para las batallas. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca,     Quien adiestra mis manos para la batalla,
    Y mis dedos para la guerra

Recuerda que mientras estemos en este mundo es normal que tengamos dificultades, es imposible no ser afectados por las consecuencias negativas que vive el mundo por estar separado de Dios. Jesucristo no nos quita muchos de nuestros problemas, pero si nos entrena para que podamos resolverlos y nos da fortaleza para continuar.