No importa lo que hagamos siempre al final queremos salir ganadores.
Cada día, cada mañana tenemos una batalla que enfrentar.
Batallas emocionales, económicas o espirituales.
Cuando el pueblo de Israel era esclavo no tenía que preocuparse por planificar Guerras ellos solo servían, otros se encargaban de ese tipo de preparación.Dios saco al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, pero era necesario que ellos aprendieran a sobrevivir en el desierto.
En Egipto, aunque eran esclavos otros organizaban su vida y los cuidaban ahora ellos eran libres, pero también eran responsables de su propia seguridad.
La verdadera libertad conlleva responsabilidades, libertad sin responsabilidad solo es libertinaje. 1 Pedro 2: 16 “como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.”
Dios cuidaba del pueblo de Israel, pero también era necesario que el pueblo aprendiera a pelear sus batallas.
Jehová no nos evita las confrontaciones de cada día, antes, por lo contrario, nos prepara para que las enfrentemos.
Jehová no le quito las Batallas a David ya que ellas lo prepararían como un gran rey lo que Jehová hizo fue entrenarlo para las batallas. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;”
Como nos Preparamos para Ganar.
1. Aprendiendo y practicando lo aprendido. V 1-2 a “Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: Los hijos de Israel acamparán cada uno junto a su bandera, bajo las enseñas de las casas de sus padres;” Solo las personas enseñables tienen oportunidad de triunfar en todo lo que hacen.
2. Permitiendo que Jehová sea el centro de nuestra Vida. V 2 b “alrededor del tabernáculo de reunión acamparán.” Solo con Jesucristo podemos salir victoriosos en todas nuestras Batallas.
· 2.1. Jehová es mucho más que religiosidad, Jehová es nuestro entrenador, él nos enseña a pelear nuestras batallas.
3. Planificando lo que se va hacer. V 10 a, 18 a, 25 a “La bandera del campamento de Rubén estará al sur, La bandera del campamento de Dan estará al norte” los soldados no salían a la guerra de manera desorganizada cada ejercito estaba en un lugar estratégico.
La fe hace que se convierta en realidad lo que para los humanos es imposible, pero lo que le corresponde hacer al hombre se requiere planificación. Lucas 14: 28 “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?”
4. No Creyéndose un Derrotado. 2 Corintios 4: 8-9 “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;” si un boxeador sube al rin pensando que va a perder en vano sube.
5. No Mirando atrás y siguiendo siempre para adelante. Filipenses 3: 13-14 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Si las cosas del pasado no nos impulsan a alcanzar nuestras metas es mejor no acordarse de él.
6. Esforzándose y siendo valiente. Josué 1: 6 “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.” Esforzarse es dar más de lo que decimos poder dar.
7. Cambiando la manera negativa de pensar. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” El campo de batalla más importante donde se determina la victoria o la derrota es nuestra mente.
8. Creyendo que en este mundo son normales las aflicciones y las luchas. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
Las personas de éxito son aquellas que saben que para conseguir cosas importantes en la vida es necesario luchar y esforzarse. El día en que las cosas importantes sean fáciles de conseguir automáticamente dejan de ser importantes.