Las personas de fracaso son aquellas que solo viven del pasado sea bueno malo, el vivir anhelando o renegando el pasado hace que no avancen en el presente ni se proyecten a un buen futuro.
El mal de las personas de fracaso es que siempre miran para atrás, les cuesta mantener su mirada en la meta. Siempre encuentran algo que los desvía de lo que quieren. Lot tuvo el privilegio de poder experimentar la presencia de Dios. V 1 “Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,”
Lot había experimentado la protección directa de Dios. V 10 “Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta.” tuvo la oportunidad de ver a Dios en acción, el peleo por Lot. V 11 “Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.”
Lot había logrado algo maravilloso la misericordia de Dios gracias a la intercesión de su tío Abraham. V 12-13 “Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; 19:13 porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo.”
Este varón tuvo la oportunidad de sentir la protección de Dios de manera personal, pudo experimentarlo físicamente. V 16 “Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad”
La esposa de Lot estaba con él y es apenas lógico que ella también experimento todas estas vivencias maravillosas con Dios. Pero a pesar de todo esto asombroso ella cometió un error…Miro hacia atrás. V 26 “Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal”
Muchos cristianos teniendo muchas cosas por las cuales agradecer a Dios y por lo cual deberían vivir felices no lo pueden lograr porque todavía les cuesta dejar de mirar atrás.
Mirar atrás es anhelar lo que hemos dejado. Dios no castigo a la mujer de Lot solo por mirar, lo que sucede es que ella todavía tenía dolor por desprenderse de lo que dejaba.
El pueblo de Israel empezó a fallar porque recordaba y vivía del pasado. No podía olvidar la comodidad de Egipto. Éxodo 16: 3 “y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud”
El vivir del pasado nos encadena. Hay personas que no pueden avanzar porque viven de lo que paso de lo bueno o de lo malo que hicieron.
La única forma de poder crecer, de poder avanzar es dejando a un lado el pasado y siempre mirar hacia adelante, hacia la meta. Filipenses 3: 13 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”
No permitas que tu pasado amargue tu presente porque tendrás un muy mal futuro. Olvídate de lo pasado ahora con Jesucristo somos nuevos. 2 Corintios 5: 17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
Con lo pasado nada podemos hacer, pero si podemos mejorar nuestro presente para poder disfrutar de un excelente futuro. Recuerda un buen futuro no es más que un buen Presente.