sábado, diciembre 15, 2018

Déjate Amar Cristo lo quiere Hacer. Oseas 2






Resultado de imagen para dios te ama incondicionalmenteDios nos ama y está dispuesto a perdonarnos por nuestra infidelidad, pero sabes cuál es problema, muchas veces, no nos damos cuenta que hemos caído en infidelidad.
Llevamos cuanto tiempo en la vida cristiana y creemos que somos los más fieles.
El adormecimiento espiritual y el acomodamiento hacen que creamos que estamos bien cuando en realidad estamos mal y muy mal.
Debemos entender que todo lo que somos no es porque lo merezcamos, es porque Jesucristo nos Ama.
Cuáles son los síntomas de nuestra infidelidad.
1. Dependemos del mundo o del hombre. V 5 “Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.”
Muchas veces creemos que es por nuestro trabajo o por nuestra profesión que tenemos para vivir. Y eso ya es infidelidad.
2. Buscamos  a Dios por interés. V 7 “Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.” Muchos cristianos buscamos a Dios en oración cuando ya hemos intentado en nuestras fuerzas, dejamos la oración como la última alternativa. La oración no debe ser la última alternativa, la oración tiene que ser la primera opción.
3. Nos cuesta reconocer que es Dios quien nos provee. V 8 “Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.” Cuando entramos a la vida cristiana Dios pasa a ser nuestro pastor, y con el nada nos hace falta todo lo tenemos, el problema es que nos acostumbramos tanto a la bendición, que se nos olvida que es Dios quien nos da todo lo necesario, y pronto lo remplazamos y decimos, no puedo ir al culto porque no tengo tiempo, si no trabajo no como.
La única forma que Dios tiene para atraernos o través a sus brazos es quitándonos todos los ídolos que hemos levantado o quitándonos lo que él nos ha dado. V 12 “Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo.
Dios quiere enamorarnos, y de una y otra forma nos expresa su amor. El problema es que cuando lo tenemos todo no le escuchamos, por eso el lugar propicio para enamorarnos es el desierto, ahí si tenemos tiempo para nuestro amado. V 14 “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.” No esperemos estar en un desierto para escuchar la declaración de amor de nuestro Dios, aprendamos a escucharlo en la prosperidad.
El tiempo en el que una persona está en el desierto depende del tiempo en que se tarde en  aceptar el amor de Dios, cuando estés pasando por un tiempo de desierto no te lamentes, no reniegues, dale gracias a Dios por todo. Entre más rápido te reconcilies con Jesucristo más rápido él te dará todo lo que necesitas o lo que perdiste. V 15 “Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
A pesar de nuestra infidelidad Dios quiere hacernos su esposa. V 19- 20 “Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.  2:20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.” Dios está esperando que le demos el sí.
Si buscamos a Dios el responderá por nosotros, él es un buen esposo nunca deja abandonada a su amada. V 21-22 “En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra.  2:22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel.
Dios quiere hacernos de él, no quiere que le pertenezcamos a otro. Dios no nos quiere compartir. No trates de estar con el mundo y a la vez con Dios. V 23 “Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.”
El que es amigo del mundo automáticamente se convierte en enemigo de Dios. Santiago 4: 4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”

Sé fiel a ti mismo y así, de la manera como la noche sigue al día, serás Fiel con tus semejantes y con Jesucristo. Nuestra relación con los demás depende de nuestra relación personal y nuestra relación con Dios.
  
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