Nuestra actitud frente a los demás y frente a las circunstancias que vivimos cada día está determinada por la forma como miramos las cosas.
Como miramos las cosas buenas que nos pasan o como miramos las cosas malas o problemas que tenemos cada día.
La forma como miramos a los demás determina nuestra reacción frente a ella.
La mejor forma de ver es atreves de nuestro corazón, nuestros ojos físicos solo ven lo que está al frente, no tienen la capacidad de mirar mas allá de lo obvio. ¿Qué miras solo Problemas o también Soluciones?¡Qué diferente sería nuestro mundo si mirásemos con los ojos del corazón!
Si así lo hiciésemos, nos daríamos cuenta de las cosas que suceden a nuestro alrededor y normalmente no vemos, quizás nuestros rencores del pasado serían suavizados por nuestra forma de ser, y todo lo veríamos desde otra perspectiva, con mucho más bondad, incluso para quien tanto daño nos hizo.
Si así lo hiciésemos, nos daríamos cuenta de las cosas que suceden a nuestro alrededor y normalmente no vemos, quizás nuestros rencores del pasado serían suavizados por nuestra forma de ser, y todo lo veríamos desde otra perspectiva, con mucho más bondad, incluso para quien tanto daño nos hizo.
Si mirásemos con los ojos del corazón quizás aún estaríamos bien con aquellas personas que dijeron ser amigos y que nos fallaron, o estaríamos mejor en la relación con nuestras familias. ¡Quizás incluso estaríamos dispuestos a conceder segundas oportunidades!
Jehová sabía que su pueblo era pecador y que siempre hacia lo malo, Jehová podía verlo como una cesta de frutas podridas o como una sesta de frutas buenas. V 3 “Y me dijo Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer.”
Pero el tomo la decisión de verlos con los Ojos del Corazón. Prefirió verlos como una cesta de frutas buenas. V 5 “Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien”
Porque Mirar a los demás con los Ojos del Corazón.
1. Podemos ayudarlos en lugar de Destruirlos. V 6 “Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré, y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré” cuando solo nos dejamos llevar por las apariencias por lo general nos equivocamos al tomar decisiones.
2. Podemos Dar otra Oportunidad. V 7 “Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón” los ojos físicos juzgan de acuerdo a lo que alcanzan a ver por eso juzgan sin misericordia.
3. Podemos Entender su Comportamiento. Solo cuando nosotros entendemos por qué una persona actúa de esa manera lo podemos ayudar.
4. Podemos ver más sus Cualidades que sus defectos. Cuando no miramos con el corazón solo vemos lo malo de los demás, esto es lo que daña nuestra actitud y lógicamente nuestra relación.
Como Mirar a los demás con los Ojos del Corazón.
1. Cambiando nuestra manera Negativa de pensar sobre esa Persona. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” nosotros miramos a los demás de acuerdo a como pensamos de ellos.
2. Atacando el Problema, No a la Persona. Si los problemas son los que dañan tu relación con los demás entonces ataca al problema o lo que lo provoca.
3. Desechando de nosotros la mala costumbre de Juzgar. Lucas 6: 37 “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.” el mirar tan solo las apariencias hace que nos hagamos una mala imagen de los demás.
4. No Creyéndonos más que los Demás. Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” es difícil mirar a alguien con agrado cuando lo menospreciamos y lo consideramos menos que nosotros.
5. Amando a los Demás así sean nuestros Enemigos. Mateo 5: 44 “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” amar es tomar la decisión de desearle el bien a los demás a si nos hayan herido.
Nuestra actitud frente a los demás y frente a las circunstancias difíciles está determinada por la forma como miramos, el problema será mucho más grande de lo que es si lo miramos Grande.