Nuestra actitud es determinante, tanto en la manera de vivir la crisis, como en los resultados que obtendremos al final. El inicio de una crisis, de cualquier tipo, nos estresa, angustia e incluso puede “paralizarnos” momentáneamente, porque nos encontramos ante una situación “nueva”, ante la cual, los recursos que siempre utilizamos no funcionan.
En muchas áreas de nuestra
vida podemos estar pasando momentos de crisis. Una crisis no es más que un
momento de dificultad o un aprieto momentáneo. Podemos tener crisis económicas
o emocionales que se proyectan en
nuestra parte física.
Lo primero que debemos saber
en una crisis es que la está generando. Había tres cosas importantes en la vida
de David que le generaban esa crisis.
1. El qué dirán. A muchas
personas nos molesta y nos afectan
terriblemente los comentarios de los demás. V 3 “A causa de la voz del enemigo, Por la
opresión del impío; Porque sobre mí echaron iniquidad, Y con furor me
persiguen.”
2. El Temor. V 5 “Temor y temblor
vinieron sobre mí, Y terror me ha cubierto.” es normal
sentir miedo o temor pero no es normal que el miedo nos domine. Por el temor
podemos perder muchas oportunidades de progresar.
3. El Rechazo de los
demás. V 12- 13 “Porque no me afrentó un
enemigo, Lo cual habría soportado;
Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él; 55:13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar;” Si hay algo que al ser humano le afecta es el sentirse rechazado. Muchos jóvenes y aun adultos se meten en problemas por tratar de encajar en el círculo de sus amigos.
Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él; 55:13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar;” Si hay algo que al ser humano le afecta es el sentirse rechazado. Muchos jóvenes y aun adultos se meten en problemas por tratar de encajar en el círculo de sus amigos.
Que cosas no hacer en un momento de crisis.
1. Huir del Problema. V 6-8
“Y
dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
55:7 Ciertamente huiría lejos; Moraría en el desierto. Selah 55:8 Me apresuraría a escapar
Del viento borrascoso, de la tempestad.” no puedes correr tan duro que un día el problema no te alcance. La mejor solución es enfrentarlo.
55:7 Ciertamente huiría lejos; Moraría en el desierto. Selah 55:8 Me apresuraría a escapar
Del viento borrascoso, de la tempestad.” no puedes correr tan duro que un día el problema no te alcance. La mejor solución es enfrentarlo.
2. Dejar que se contamine
nuestro corazón con odio. V 9 “Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos; Porque
he visto violencia y rencilla en la ciudad.”
el odio causa amargura y la amargura no
nos deja disfrutar de lo que tenemos. Dios no quiere destruir a nuestros
enemigos él los quiere transformar así como lo hizo contigo y con migo.
Que debemos hacer en una crisis.
1. Confiar en Jesucristo. V
16 “En
cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará.” entender
que solo él nos puede dar la verdadera solución.
2. Persistir en la oración. V 17 “Tarde y mañana y a mediodía oraré y
clamaré, Y él oirá mi voz” nunca debemos cansarnos de orar
debemos orar siempre sin cesar. 1 Tesalonicenses 5: 17 “Orad sin cesar.”
3. Creer que Dios es más
Grande que cualquier problema. V 18 “El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí,
Aunque contra mí haya muchos.”
4. No dejarse persuadir de
personas malvadas. 21 “Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, Pero
guerra hay en su corazón; Suaviza sus palabras más que el aceite, Mas ellas son
espadas desnudas.” para esto necesitamos pedirle a Dios que nos de
discernimiento.
5. Echar nuestras cargas a
Jesucristo. V 22 “Echa sobre Jehová tu
carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.” nuestras cargas muchas veces son tan pesadas que nos oprimen y nos impiden avanzar. Solo Jesucristo puede hacernos libres de toda ansiedad. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
No dejará para siempre caído al justo.” nuestras cargas muchas veces son tan pesadas que nos oprimen y nos impiden avanzar. Solo Jesucristo puede hacernos libres de toda ansiedad. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
Cualquier cambio en las
circunstancias causa traumatismos a lo cual le llamamos crisis. Cada vez que
queremos avanzar o mejorar nos vamos a encontrar con tropiezos que es
necesarios superarlos.