La única forma de hacer esa fiesta
para Jehová era congregándose. V 13 “Y se reunió en Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta
solemne de los panes sin levadura en el mes segundo, una vasta reunión”
Hoy cuando nos congregamos en el
templo no solo lo hacemos para pedir un milagro lo hacemos para hacerle una
fiesta de agradecimiento por todo lo que él ha hecho en nuestra vida. Ahora
somos libres. 2 corintios 5: 17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Como lograr hacer una gran fiesta para Dios.
1. Tener un corazón libre de toda
rebeldía. V 7 “No
seáis como vuestros padres y como vuestros hermanos, que se rebelaron contra
Jehová el Dios de sus padres, y él los entregó a desolación, como vosotros veis.” la
rebeldía no siempre tiene que ver con sublevarse, el hacer las cosas de mala
gana o fuera de tiempo también es una forma de rebeldía.
2. Dejando todo orgullo que nos
impide postrarnos delante de Dios. V 8 “No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros
padres; someteos a Jehová, y venid a su santuario, el cual él ha santificado
para siempre; y servid a Jehová vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará
de vosotros.”
3. Creyendo que si buscamos a Dios
él se encargara de cuidar y dar libertad a nuestros hijos y a toda nuestra
familia. V 9 “Porque
si os volviereis a Jehová, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán
misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra:
porque Jehová vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de
vosotros su rostro, si vosotros os volviereis a él.” esto no
quiere decir que si alguien se hace cristiano ya toda su familia por extensión
son salvos. La salvación es personal. Al tener Dios misericordia de nuestros
familiares significa que ellos pueden llegar a aceptar a cristo con más
facilidad.
4. Siendo humildes. V 11 “Con todo eso, algunos hombres de
Aser, de Manasés, y de Zabulón, se humillaron, y vinieron a Jerusalén” Ser
humilde no es sentirse menos que los demás. Ser humilde es reconocer que
tenemos debilidades y que necesitamos ayuda de Dios y de los demás.
5. Dejando que Dios nos dé un
corazón nuevo para poderle adorarlo. V 12 “En Judá también estuvo la mano de Dios para darles un solo
corazón para cumplir el mensaje del rey y de los príncipes, conforme a la
palabra de Jehová”
6. Estando dispuestos a dejar todo
aquello que daña nuestro corazón y nuestra manera de vivir. V 14 “Y levantándose, quitaron los altares
que había en Jerusalén; quitaron también todos los altares de incienso, y los
echaron al torrente de Cedrón.”
7. Proponiéndose gozarse con la
presencia de Dios. V 21 “Así los hijos de Israel que estaban en Jerusalén celebraron la fiesta
solemne de los panes sin levadura por siete días con grande gozo: y
glorificaban a Jehová todos los días los levitas y los sacerdotes, cantando con
instrumentos resonantes a Jehová.” si te congregas hazlo con alegría de nada sirve congregarse
solo porque nos toca. Dios no quiere gente obligada.
8. No adores con afán. Si le vas
hacer fiesta no estés pendiente del reloj para salir corriendo antes que los
demás. V 23 “Y toda
aquella asamblea determinó que celebrasen la fiesta por otros siete días; y la
celebraron otros siete días con alegría.”
Dios está buscando más que un gran
montón de gente solo necesitada de un milagro. Todos desean recibir un milagro
aun los más malos si están enfermos buscan sanidad o si están endeudados buscan
prosperidad. Si tú y yo buscamos a Dios por lo mismo entonces en que nos
diferenciamos de ellos. Dios está buscando un pueblo de adoradores de hombres y
mujeres enamorados de Dios.