La mayoría de los padres cuando
preguntamos a nuestros niños ¿Qué quiere ser en grande? Ellos por lo general
siempre tienen una o varias respuestas a nuestra pregunta. Quieren ser:
policías, Bomberos, Médicos, Enfermeros. Etc.
El
problema es que a medida que el tiempo avanza llevados por los diferentes
problemas o por los afanes de la vida se nos olvida de seguir soñando.
Todo lo que anhelas ser, hacer o tener en la vida
invariablemente comienza con un sueño. Soñar es el acto de desear con el
corazón, de crear en las fantasías de tu mente esos oasis de esperanza que
quisieras vivir… es aquello que anhelas y que tiene un sentido de gran
importancia para tu vida. Una vida rutinaria es uno de los principales factores
que hace que los sueños se acaben.
Una pareja se casa con muchas ilusiones pero sobre todo con
muchas expectativas de cómo será el matrimonio. Esas expectativas le causan
ilusión y a esa ilusión creada en la mente de esa pareja es lo que se le llama
sueño.
Muchas veces creemos que son los demás, las otras personas
las que nos roban los sueños, las ilusiones. ¿Pero sabes qué? Los únicos que matamos nuestras
ilusiones somos nosotros mismos.
Si quieres mantener viva la ilusión o el sueño de un
matrimonio feliz. Nunca dejes que la rutina llegue a tu casa aprende a innovar
hacer de lo mismo algo diferente. Cambia de lugar los muebles de tu sala o de
tu alcoba. No hagas siempre las verduras de la misma forma cambiales algún
ingrediente atún o cualquier otra cosa. Combina tu ropa con algo diferente y vas
a ver cómo cambia tu apariencia de todos los días.
Dios le había prometido a su pueblo que le daría la tierra
que mana leche y miel y un día llego ese momento tan anhelado.
Que
hacer para que ese sueño se haga realidad.
1. Querer, Desear. Sin querer o desear algo es difícil
conseguirlo. V 1-2 “Los jefes de los padres de los levitas vinieron al sacerdote Eleazar, a
Josué hijo de Nun y a los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de
Israel, 21:2 y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo:
Jehová mandó por medio de Moisés que nos fuesen dadas ciudades donde habitar,
con sus ejidos para nuestros ganados.”
2. Poseer. Para conseguir un sueño es necesario luchar,
esforzarse, pagar un precio, que estás dispuesto hacer para conseguir lo que quieres.
V 43 a “De
esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus
padres, y la poseyeron”
3. Habitar. Una vez que hemos logrado lo que queremos es
necesario arreglar, hacer de eso algo agradable. Algunas personas luchan mucho por
obtener el amor de una persona y cuando por fin lo consiguen lo descuidan. El
trabajo no solo es plantar la semilla, el verdadero trabajo está en cuidar la
planta. V 43 b “y habitaron en ella.”
Cuando nosotros aprendemos a desear, a poseer y a cuidar sucede
algo maravilloso no hay nada, ni nadie que nos detenga. Es decir ningún enemigo
puede hacernos frente. Enemigos como la pereza, el desánimo, las críticas, el
miedo. Etc. V 44 b “y ninguno de todos sus enemigos pudo
hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.”
Un sueño cumplido o logrado a través del esfuerzo no solo
genera satisfacción, también genera paz en nuestro corazón. V 44 a “Y Jehová les dio reposo alrededor,
conforme a todo lo que había jurado a sus padres”
Nunca permitas que los demás que las circunstancias o tus
propios temores te roben la oportunidad de continuar soñando. No importa cuál
es tu edad, aun si eres un anciano en edad todavía tienes muchas cosas por
lograr.