Conocer a los demás es sumamente
importante, del conocimiento que tengamos de los demás depende que logremos lo
que queremos o que fallemos al intentarlo.
Conocer a los demás te
permite identificar ante quien estas, saber cómo piensa, siente, actúa y
reacciona esa persona. Esto te permite ‘hablarle en su idioma’. ¿Qué significa
esto? Significa que te conduces ante ella de manera apropiada hablándole en los
términos que a ella le gusta y con los que se siente cómodo
Para que podamos aplicar el arte de
conocer a los demás es necesario primero conocernos a nosotros mismos, si nos
conocemos nosotros nos es más fácil conocer a los que están a nuestro
alrededor.
Jacob tenía una bendición para cada
uno de sus hijos. V 7- 8 “Y esta bendición profirió para Judá. Dijo así: Oye, oh Jehová, la voz
de Judá, Y llévalo a su pueblo; Sus manos le basten, Y tú
seas su ayuda contra sus enemigos. 33:8 A Leví dijo: Tu Tumim y tu
Urim sean para tu varón piadoso, A quien probaste en Masah, Con quien
contendiste en las aguas de Meriba,”
Para poder hacer este tipo de bendición
es necesario conocer muy bien a los demás en especial a la persona a quien
vamos a bendecir.
Moisés antes de morir Bendijo al
pueblo de Israel tribu por tribu esto es lo que nos relata el capítulo 33. V 1 “Esta es la bendición
con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que
muriese.”
El conocer bien a los demás brinda muchas ventajas.
1. Podemos delegar con mayor
facilidad. De acuerdo a la habilidad o don de cada persona. Éxodo 18: 25 - 26 “Escogió Moisés varones de virtud de
entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre
ciento, sobre cincuenta, y sobre diez. 18:26 Y juzgaban al pueblo en todo
tiempo; el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto
pequeño.”
2. Mayor productividad, si cada
persona trabaja en lo que sabe hacer las cosas le van a quedar bien y por lo
tanto aumentara su productividad. Jesucristo exige que demos abundante fruto.
Mateo 25: 25-26 “por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento
en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. 25:26 Respondiendo su
señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y
que recojo donde no esparcí.”
3. Mayor Gozo. El trabajar en lo
que nos gusta produce gozo. Y el hacer las cosas con gozo hace que nos quede
bien. 1 tesalonicenses 2: 20 “Vosotros sois nuestra gloria y gozo.”
4. Trabajar en equipo. Cuando
sabemos que es lo que cada miembro puede hacer o en que se desempeña mejor
podemos aportar cada uno con nuestro don. El éxito no está en que todos hagamos
lo mismo, el éxito está en que todos seamos complemento de los demás. Génesis
2: 18 “Y dijo
Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”
5. Podemos brindarnos amor. Nadie
se enamora de alguien a quien no conoce. La única forma de enamorarnos de Jesucristo
o de cualquier otra persona es conociéndola.
6. Podemos brindar ayuda de manera
eficaz y oportuna.
Hoy en día los tiempos son
difíciles y por asuntos de trabajo o de estudio ya no se dispone de mucho
tiempo para bendecir a cada uno de manera particular y de manera extensa todos
los días. Por eso podemos hacer uso del altar familiar para una vez en semana
reunirnos todos en familia. Bendecir los padres a los hijos. Exponer nuestras
necesidades para orar por ellas.
El altar familiar sirve para orar,
estudiar la palabra de Dios juntos y sobre todo es un espacio importante en el
cual nos conocemos de los unos a los otros.