En este mundo para podernos
entender utilizamos un sin número de lenguajes estos pueden ser hablados,
escritos, por señas o gráficos.
Nuestra forma de vestir también es
una forma muy acertada de transmitir un mensaje.
La
ropa que utilizamos dice lo que nosotros en realidad somos. Por eso para Jehová
Dios es tan importante.
Dios es muy estricto con la forma
de vestir de sus sacerdotes. Aarón y sus hijos eran sacerdotes. V 1 “Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos
consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y
a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón.” ahora tú y yo es decir todo el
pueblo de Dios somos real
sacerdocio. 1 Pedro 2: 9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable”
Ya que el pueblo de Dios somos
sacerdotes es necesario que tengamos supremo cuidado en nuestra forma de
vestir.
La vestimenta de un hijo de Dios o
sacerdote de Dios tiene dos finalidades muy importantes.
1. Para
Honrar. V 2 a “Y harás vestiduras
sagradas a Aarón tu hermano, para honra.” ¿A quienes debemos honrar con nuestra ropa?
1.1. A
Dios. Será que Dios se siente orgulloso de nuestra forma de vestir.
1.2. A
Nuestra Pareja. Será que nuestra forma de vestir no hace ver en ridículo a
nuestra pareja causándole vergüenza.
1.3. A
Nuestros Padres. ¿Tan solo con vernos los demás pueden establecer de quien
somos hijos?
2. Para Hermosura. V 2 b “y hermosura” nuestro vestir debe hermosear no solo nuestro cuerpo
también debe hermosear nuestro corazón.
Que se necesita Vestir con Honra.
1. Tener sabiduría de parte de
Dios. V 3 “Y tú hablarás a
todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría,
para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi
sacerdote.” Una persona
sin sabiduría se deja llevar por la terquedad y corre el peligro de irse a los
extremos es decir nada le parece pecado o todo le parece pecado.
2. Modestia. Muchas personas se
endeudan por aparentar ante los demás. 1 Timoteo 2: 9 b “no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos”
3. Discreción. Nuestro vestir no debe ser para llamar la
atención de los demás ni mucho menos para provocar. 1 Timoteo 2: 9 a “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y
modestia;”
4. Claridad en su propio sexo. Deuteronomio 22: 5 “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de
mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”
5. Vestir de Acuerdo a la Ocasión y
lugar. En el mundo hay un adagio que dice el hábito no hace al monje y eso es
verdad, el hábito no hace al monje pero si lo identifica como monje.
Nuestra forma de vestir nos
idéntica en cuanto quienes somos o que hacemos. Es el uniforme que dice que
alguien es policía, celador, medico, enfermero.
El vestido y la corbata no te hace
pastor al igual que no hace al gerente de una empresa pero si te identifica
como alguien que honra a Dios y a la empresa que perteneces.
Más que nuestras palabras lo que
habla de nosotros es nuestra forma de vestir. ¿Qué dice de ti lo que usas para
vestir? ¿Estás seguro o segura que la ropa que usas si te identifican como un
hijo o hija de Dios?