La presencia de Dios es maravillosa
es él quien pelea por nosotros. Éxodo 14: 14 “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis
tranquilos” el que el pelee por nosotros no significa que nosotros nos
tengamos que despreocupar. Esto quiere decir que nuestras batallas con la ayuda
de Dios son más fáciles de librar.
Lo
que más debemos clamar es por su presencia pero muchas de nuestras oraciones
solo son para reclamar un milagro y en muchas ocasiones hasta para recriminarle
por no hacernos el milagro.
Para el pueblo de Dios que Jehová
no este con ellos era lo mismo que estar muertos. Éxodo 33: 4 “Y oyendo el pueblo esta mala noticia,
vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos.”
Solo la presencia de Dios es lo que
nos da verdadero descanso. V 14 “Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.”
Ejecutar cualquier actividad sin la
presencia de Dios es ya tener la mayor parte de la batalla perdida. V 15 “Y Moisés respondió: Si tu presencia no
ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”
Lo que produce la Presencia de Dios:
1. Marca diferencia, los demás
tienen que reconocer su presencia en nosotros. Génesis 22: 21 “Aconteció en aquel mismo tiempo que
habló Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está
contigo en todo cuanto haces.”
2. La presencia de Dios nos da
protección. Josué 1: 5-6 “Nadie
te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés,
estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
1:6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.”
1:6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.”
3. Dios es la fuerza que nos
impulsa a actuar. Jueces 6: 12, 14 “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está
contigo, varón esforzado y valiente.; Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta
tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?”
4. Jehová nos guarda cuando en
nuestras adversidades. Isaías 43: 1-5 “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador
tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres
tú. 43:2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los
ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama
arderá en ti.
43:3 Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. 43:4 Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. 43:5 No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. ”
43:3 Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. 43:4 Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. 43:5 No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. ”
No hay hombre en la tierra que
pueda gritar tan duro que obligue a Dios hacer un milagro. Es la presencia de
Dios en el templo lo que sana al enfermo, restaura vidas corazones, hogares y
da prosperidad.
Para sentir la presencia de
Jesucristo lo único que tenemos que hacer es disponer nuestro corazón y
aferrarnos a su promesa. Simplemente congregarnos en su nombre. Mateo 18: 20 “Porque
donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos.”
La Adoración y la alabanza atraen
la presencia de dios. 2 Crónicas 5: 13-14 “Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una,
para alabar y dar gracias a Jehová: y a medida que alzaban la voz con trompetas
y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo:
Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se
llenó de una nube, la casa de Jehová. 5:14 Y no podían los sacerdotes estar
allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había
llenado la casa de Dios.”
Solo la presencia de Dios en
nuestra vida nos restaura, nos hace diferentes, nos llena de paz y de gozo aun
medio de la tormenta. Busca siempre su presencia.