lunes, diciembre 14, 2015

Cristo en nosotros. Zacarías 9.

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La profecía de Zacarías tiene que ver con la venida de Jesucristo esta profecía se da en momentos de mucha dificultad. Como una esperanza de nueva vida. V 9 “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.
Jesucristo siempre llega a nuestra vida cuando estamos pasando por momentos de aflicción como una respuesta a su gran amor.
Jesucristo no solo quiere hacer en nosotros muchos milagros de sanación o de prosperidad. Jesucristo quiere mucho más que eso él quiere darnos una nueva vida. De qué sirve el dinero o la salud si no lo podemos disfrutar.

Que debe causar Cristo en nuestra vida.
1. Alegría. V  9 a “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén;” Jesucristo nos ofrece lo que el mundo no nos puede dar, ni tampoco el dinero. Jesucristo nos ofrece paz aun en medio de las dificultades.
2. Salvación.  V 9 b “he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador,” nuestra salvación no solo tiene que ver con la vida eterna. Dios nos hace libres de todos los traumas que no nos dejan triunfar. Miedos tales como: miedo al fracaso, al que dirán, a equivocarnos. Etc.
3. Humildad. V 9 c “humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna” Jesucristo viene de manera humilde para enseñarnos que esa es la forma para ser felices.
Las personas orgullosas por lo general siempre se quedan solas y son infelices. Nadie quiere estar junto a una persona orgullosa o prepotente.
La persona humilde no es aquella que no tiene nada para comer o que se cree el más vil de los mortales. La persona humilde es capaz de reconocer sus cualidades pero también sus errores.
4. Prosperidad. V 10 “Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.” la verdadera prosperidad no es tener abundancia de bienes eso es riqueza. La verdadera prosperidad es tener la capacidad de estar bien en la abundancia o en  escases.  Filipenses 4: 12 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
La prosperidad que nos ofrece Cristo es la que nos hace estar contentos en cualquier situación. 1 Timoteo 6: 8 “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.” esto no significa que seamos unos resignados la resignación lleva a la pobreza. Estar contentos con lo que tenemos significa que debemos disfrutar lo que tenemos mientras luchamos por obtener algo mejor.
5. Restauración. V 12 “Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble.” Jesucristo quiere volvernos hacer de nuevo. Para esto necesitamos:
5.1. Arrepentirnos de corazón
5.2. Desear cambiar o estar dispuestos para Jesucristo haga su obra en nosotros.
Si estás pasando por momentos de dificultad este puede ser el mejor momento para acercarte a Jesucristo pero no solo para que te saque de la crisis. Acércate a Jesucristo para permitirle que trasforme tu vida que te haga alguien diferente tal como Cristo quiere.