martes, septiembre 29, 2015

No dañes lo Tuyo. Ezequiel 32.


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Hacer esta sugerencia podría sonar absurdo ya que podríamos pensar que es imposible que haya alguien que se cause daño a sí mismo. Pero la triste realidad es que si hay gente que se causa daño y causa daño a los demás.
Podríamos decir que hay gente que enturbia su propia agua para beber. V 2 “Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: A leoncillo de naciones eres semejante, y eres como el dragón en los mares; pues secabas tus ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas.” a una persona que se daña a sí  mismo y a los demás lo único que le espera es su destrucción. V 4-5 “Y te dejaré en tierra, te echaré sobre la faz del campo, y haré posar sobre ti todas las aves del cielo, y saciaré de ti a las fieras de toda la tierra. Pondré tus carnes sobre los montes, y llenaré los valles de tus cadáveres.

Cuando dañas lo tuyo te dañas a ti mismo. Que cosas podemos dañar.
1. Nuestra mente. Cuando metemos malos pensamientos. Romanos 12: 2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
2. Nuestro corazón. Cuando dejamos que la ira o el odio se apodere de él. Proverbios 4: 23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
3. Nuestro cuerpo. Debemos cuidarlo de manera espiritual y de manera física.  Alimentación no adecuada. Ejercitarlo de manera frecuente. 1 Corintios 3: 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
4. Nuestro hogar. Dañamos nuestro hogar cuando lo descuidamos. Cantares 1: 6 “No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.
4.1. Deshonramos a nuestra pareja siendo infieles, o maltratándola de cualquier manera.
4.2. Maltratamos a nuestros hijos.
4.3. Deshonramos a nuestros padres.
4.4. No somos proveedores y no solo de lo material también debemos proveer de Amor, de comprensión. Etc. 1 Timoteo 5: 8 “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
5. Nuestra Iglesia. Cuando nos congregamos no solo buscamos un milagro también cuidamos de nuestra iglesia. Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
6. Nuestro Trabajo.
7. Nuestra empresa.
8. Nuestra naturaleza, nuestro medio ambiente, nuestra fauna. Etc. Si dañamos la tierra que Dios nos dio también nos dañamos a nosotros mismos.
Cada vez que tú y yo arrojamos basura a la calle por donde transitamos o utilizamos nuestro vehículo sin ninguna necesidad estamos dañando la tierra que Dios nos dio.
La esperanza que tenemos es que Jesucristo pude volver a calmar las aguas para que dejen de estar turbias y las podamos disfrutar. Ezequiel 32: 14 “Entonces haré asentarse sus aguas, y haré correr sus ríos como aceite, dice Jehová el Señor
Jesucristo no promete quitarnos los problemas lo que el promete es darnos de su descanso o de su paz aun en medio de la tormenta. El tranquiliza las aguas para que dejen de estar turbias.
Aunque Jesucristo puede restaurar o corregir lo que nosotros dañamos es necesario concientizarnos de no dañar lo nuestro de esta forma evitaremos malas consecuencias.