Jehová estaba muy enojado con su
pueblo tanto que permitió que fuera sometido por Babilonia.
Pero como todo buen padre su enojó
no es para siempre. V 3 “Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a
los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la
tierra que di a sus padres, y la disfrutarán.”
Dios es tan maravilloso que el
mismo es quien levanta el castigo impuesto. V 8 “En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, yo quebraré su yugo de
tu cuello, y romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en
servidumbre,”
De
esta forma no solo nos libra del castigo también nos enseña a perdonar.
Como perdonar.
1. Imagínate la felicidad que le
causaras a esa persona. V 7 “¡Ah, cuán grande es
aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob;
pero de ella será librado.” cuando una persona nos ha fallado
su corazón sufre, vive en agonía y siempre vive en angustia.
2. Piensa en lo útil que esa
persona podría ser. V 9 “sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les
levantaré.” una persona que se siente culpable por lo que ha hecho se
siente inútil y cree que ya nunca podrá hacer algo bien.
3. Piensa en el bien que le puedes
causar. V 10 “Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te
atemorices, Israel; porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a
tu descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y
vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante.” una
persona perdonada vuelve a vivir, tiene esperanza y tiene un propósito nuevo
para seguir luchando.
Perdonar no quiere decir quitar las
consecuencias de los actos. V 11 “Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a
todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino
que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.” como
padres no podemos dañar a nuestros hijos pero si ellos deben saber que lo que
hagan se puede convertir en su propio mal.
4. Piensa que nosotros estamos es
para proteger y no para destruir. V 16 “Pero serán consumidos todos los que te consumen; y
todos tus adversarios, todos irán en cautiverio; hollados serán los que te
hollaron, y a todos los que hicieron presa de ti daré en presa.” cuando dejamos
que la ira nos domine no solo no podemos perdonar también nos olvidamos de
proteger y nos convertimos en atacantes.
Esa persona que te ofendió no va a
cambiar si tú lo único que haces es atacarlo. Una persona enojada lo que hace
es atar a la otra persona a través de su mala manera de hablar.
5. Proponte siempre sanar al que
tiene su alma herida. V 17 “Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus
heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de
la que nadie se acuerda.” si has tomado la decisión de perdonar
recuerda que esa persona esta herida y si tu no ayudas en su sanidad de nada sirve
el perdón su herida lo puede matar.
6. Ten misericordia. V 18 “Así ha dicho Jehová: He
aquí yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas
tendré misericordia, y la ciudad será edificada sobre su colina, y el templo
será asentado según su forma.” misericordia es perdonar a alguien
que merece castigo. Podemos ser misericordiosos cuando pensamos que todos nos
podemos equivocar y que todos merecemos una nueva oportunidad. Lo que Jehová
nos exige es tener misericordia más que ofrecer sacrificios. Mateo 9: 13 “Id,
pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque
no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”
7. Disponte siempre a dar otra
oportunidad. V 20-22 “Y serán sus hijos como antes, y su congregación delante de mí será
confirmada; y castigaré a todos sus opresores. De ella saldrá su príncipe,
y de en medio de ella saldrá su señoreador; y le haré llegar cerca, y él se
acercará a mí; porque ¿quién es aquel que se atreve a acercarse a mí? dice
Jehová. Y me seréis por pueblo, y yo seré vuestro Dios.” perdonar
no es olvidar. Perdonar es dar otra oportunidad. Nadie esta exento de
equivocarse.
El perdonar no es un acto mecánico,
perdonar es un proceso que comienza en nuestro corazón y termina en el corazón
del que nos ofendió. Solo el espíritu santo nos puede ayudar a otorgar un
verdadero perdón sanador y restaurador.