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El ser cristianos no nos garantiza
una vida eterna aquí en la tierra. Ezequías era un hombre correcto en todo lo
que hacía ante los ojos de Jehová.
Ezequías apela a su forma de vida
para orar a Jehová. V 3 “y dijo: Oh Jehová, te ruego que te
acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y
que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con
gran lloro.”
Nosotros hemos recibido a
Jesucristo en nuestro corazón y lo más seguro es que siempre tratamos de hacer
la voluntad de Dios. ¿Pero será que podríamos decirle a Jehová las mismas
palabras de Ezequías?
¿Estamos
seguros de nuestra fidelidad e integridad con Dios?
La vida de Ezequías no solo era
ejemplo de fidelidad a Dios también era una vida con sentido espiritual su vida
era dedicada a Dios. V 18-19 “Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la
muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad, El que vive, el
que vive, éste te dará alabanza, como yo hoy; el padre hará notoria tu verdad a
los hijos.”
Con todas estas características favorables
y admirables que tenía Ezequías. Podríamos preguntarnos. ¿Que tenía que
arreglar?
La vida personal de Ezequías era
perfecta no tenía nada que arreglar. Por eso note que Jehová no le dice que
arregle su vida lo que le dice es que arregle su casa.
Su casa tiene que ver con una vida más
allá de la muerte. Nuestra vida se puede prolongar a través de los demás.
Nuestra casa está compuesta por los
que integran nuestra familia. Esposo esposa e hijos. La vida de cada uno de
ellos es lo que tiene que estar arreglado antes de que muramos.
Si en este momento Dios te dice que
vas a morir. ¿Cómo quedan tus hijos? Estas seguro de que podrán vivir sin ti.
Que ya están listos para enfrentarse a los problemas de este mundo.
Como ordenar nuestra casa.
1. No tengas a tus hijos en una
burbuja. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Jesucristo en ningún momento nos niega las dificultades que tendremos que
enfrentar en este mundo. El tratar de evitarles todos los sufrimientos a
nuestros hijos es lo que los expone a sufrir más.
2. Entrena a tus hijos para ser
victoriosos. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos
para la batalla, Y mis dedos para la guerra;” Jehová no
quiere hacernos las cosas él nos prepara y nos da los recursos para que
nosotros las hagamos.
3. Corrige a tiempo. Proverbios 29:
17 “Corrige
a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.”
4. Acompaña a tus hijos en el
transcurso de su vida, no vivas la vida por él. Isaías 43: 2 “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría
a tu alma.”
5. Involucra a tus hijos en lo que
haces. Lucas 2: 49 “” No solo pienses en dejarles una herencia jugosa. Prepara
a tus hijos y a quienes piensas heredar para que la puedan manejar o
administrar. Una herencia cuantiosa en manos de un inútil es lo mismo que nada.
Nuestra responsabilidad no solo es
darles todo lo necesario a nuestros hijos y a quienes dependen de nosotros. Nuestra
responsabilidad es prepararlos para que un día puedan vivir sin nosotros. Sea
que muramos o sea que ellos tengan que independizarse de nuestro hogar.