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En este mundo es normal que
tengamos problemas. Jesucristo lo dejo muy claro. Juan 16: 33 “Estas cosas os
he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo”
La verdad es que el problema no está
en el problema que estamos pasando el verdadero problema está en la forma como
vemos al problema.
Jesucristo
más que quitarnos los problemas él quiere enseñarnos a dominarlos y para
dominarlos es muy importante la forma como los vemos. Los puedes ver tan
grandes que son difíciles de sortear o lo puedes ver en su proporción real fáciles
de sortear.
Jesucristo cambia la forma de las cosas.
1. El desierto será floreciente y
alegre. V 1-2 “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se
gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y
cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo
y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro” Jesucristo
cambia nuestra tristeza por alegría y gozo. Salmos 30: 11 “Has cambiado
mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría”
2. El cansancio lo convierte en
vitalidad. V 3 “Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas
endebles.” Por muy casado que puedas estar el adorar a Jesucristo nos
trae descanso y nos da fuerzas.
3. Jesucristo da ánimo al
desanimado. V 4 “Decid a los de corazón apocado:
Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago;
Dios mismo vendrá, y os salvará.”
4. Nuestro entendimiento será esclarecido
el que no entendía entenderá. V 5 “Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los
oídos de los sordos se abrirán.”
5. Nuestra vida tendrá un propósito,
vivir valdrá la pena. V 6 “Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la
lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la
soledad.”
Impedimentos de nuestro cambio de vida.
1. Las malas influencias. 36: 4-5 “a los cuales
dijo el Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: El gran rey, el rey de Asiria, dice
así: ¿Qué confianza es esta en que te apoyas?, Yo digo que el consejo y
poderío para la guerra, de que tú hablas, no son más que palabras vacías. Ahora
bien, ¿en quién confías para que te rebeles contra mí?” las malas
conversaciones dañan nuestras buenas costumbres. 1 Corintios 15: 33 “No erréis; las
malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”
2. La Duda. El enemigo es experto
en meter duda en los creyentes. V. 19-20 “¿Dónde está el dios de Hamat y de Arfad? ¿Dónde está
el dios de Sefarvaim? ¿Libraron a Samaria de mi mano?, ¿Qué dios hay
entre los dioses de estas tierras que haya librado su tierra de mi mano, para
que Jehová libre de mi mano a Jerusalén?”
3. La Confusión. No dejes que los
problemas o las dificultades te confundan. V 10 “¿Acaso vine yo ahora a
esta tierra para destruirla sin Jehová? Jehová me dijo: Sube a esta tierra y
destrúyela.”
4. El menosprecio. No dejes que los
demás te minimicen. V 12 “Y dijo el Rabsaces: ¿Acaso me envió
mi señor a que dijese estas palabras a ti y a tu señor, y no a los hombres que
están sobre el muro, expuestos a comer su estiércol y beber su orina con
vosotros?” lo que más nos cuesta a los seres humanos es soportar el
rechazo.
5. No confiar en Dios. La desconfianza
en Dios hace que no podamos disfrutar de la paz que él nos da. V 14-15 “El rey dice así: No os engañe Ezequías, porque no os
podrá librar. Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo:
Ciertamente Jehová nos librará; no será entregada esta ciudad en manos del rey
de Asiria.”
Satanás no quiere que el hombre
cambie su manera vana de vivir por eso siempre está tratando de desanimar al
creyente. Las personas con quien nos juntamos pueden determinar nuestra forma
de ser y de vivir. Escoge muy bien a tus amistades.