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Una corona significa poder, premio,
galardón o reconocimiento a un esfuerzo.
Es por esto que en el mundo cuando
alguien exige alguna preferencia se le dice: ¿y porque? A caso tiene corona.
Jehová nos ofrece una corona por
nuestro esfuerzo y dedicación. Esto quiere decir que tú puedes acercarte a Jehová
a pedirle tan solo un milagro y seguir igual o puedes luchar para que Jehová te
de una corona.
Una
corona también puede ser lo que nos identifica ante los demás. El orgullo o la
amabilidad. V 1 “¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín,
y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del
valle fértil de los aturdidos del vino!”
Nuestra corona también puede ser Jehová
en nosotros. V 5 “En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona
de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo;”
Una corona es algo sobresaliente y
con mucho brillo. Si Jehová es nuestra corona significa que tendremos que
brillar o sobre salir ante los demás.
Podemos tener corona de soberbia de
orgullo de envidia de mal genio. Etc. Cuál
es tu corona si tui corona es desagradable y quieres ser libre Jesucristo puede
destruir esa corona y darte una nueva imagen. V 2-3 “He aquí,
Jehová tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbión de granizo y como
torbellino trastornador, como ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza
derriba a tierra. Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de
los ebrios de Efraín.”
Note que Jehová destruirá la corona
no a l portador de la corona. Dios no quiere acabar con el malvado Jehová
quiere transformarlo recuerda que tú y yo también teníamos coronas
desagradables no nos destruyó, nos transformó. 2 Corintios 3: 16-18 “Pero cuando se
conviertan al Señor, el velo se quitará, Porque el Señor es el Espíritu;
y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto,
nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del
Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el
Espíritu del Señor”
Jesucristo cambia nuestra corona él
nos lava y perfecciona. 1 Corintios 6: 10-11 “ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni
los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios, Y esto
erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios.”
El alejarnos de Jesucristo hace que
sirvamos de manera desagradable. Que
origina el estar aparatados de Dios.
1. Perder la visión. Cuando
perdemos la visión de Cristo nos confundimos y hacemos que otros se confundan.
V 7 “Pero
también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y
el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron
con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.”
2. Ofrecemos cosas contaminadas. V
8 “Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no
haber lugar limpio” la palabra verdadera es alimento sano y puro. Lo que
damos de nuestro propio intelecto es algo contaminado.
3. Incomprensión en lo que quiere
Dios. V 9-11 “¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará
entender doctrina? ¿A los destetados? ¿a los arrancados de los pechos?, Porque
mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón,
línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; porque en lengua
de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo,” hay
muchos cristianos que por falta de conocimiento actúan como bebes y Dios los trata
como bebes.
Jesucristo nos puede dar nuevas coronas.
1. Corona Incorruptible. 1
Corintios 9: 25 “Todo aquel que lucha, de todo se
abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero
nosotros, una incorruptible.”
2. Corona de Gozo. Filipenses 4: 1
“Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía,
estad así firmes en el Señor, amados”
3. Corona de Gloria. 1 Pedro 5: 4 “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la
corona incorruptible de gloria”
4. Corona de Justicia. 2 Timoteo 4:
8 “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual
me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a
todos los que aman su venida.”
5. Corona de Vida. Apocalipsis 2: 10 “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a
algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis
tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de
la vida.”
Una persona puede ponerse una
corona de rey y no necesariamente se sentirá como rey ni vivirá como un rey.
Las coronas que nos da Jesucristo
no solo son para lucirlas. Ellas hacen de nosotros lo que representan. Tu vida
es lo que tu corona es, solo Jesucristo puede transformarnos de manera
verdadera y total.