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En esta profecía nos habla de la
maravillosa venida de Jesucristo a través de la genealogía de David. Pero no
solo su venida a la tierra también su venida a nuestro corazón. V 1 “Saldrá una vara del
tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.”
Jesucristo estaría como hombre aquí
en la tierra pero estaría dotado de todo lo necesario para poder triunfar. V 2
“Y
reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová.”
El
espíritu santo nos capacita y nos dota de todo lo necesario para que al igual
que Jesucristo salgamos victoriosos en todas las confrontaciones que es
necesario vivir en este mundo.
La venida de Jesucristo no solo traería
salvación para el hombre. Lo más interesante es que con el él paraíso perdido
por el pecado volvería a nosotros.
El paraíso original comenzó tan
solo con una pareja en el huerto del Edén con la idea de extenderse
posteriormente a toda la tierra.
Con la venida de Jesucristo el
paraíso se hace una realidad en el corazón y la vida de cada persona que lo recibe
con la posibilidad de extenderse a todo el núcleo familiar y después a la
sociedad. Si las familias viven en paz la sociedad vivirá en paz.
Una vida paradisiaca con Cristo.
1. Seremos gobernados con verdadera
justicia y no como la que ejerce el hombre. V 4 “sino que juzgará con justicia a los
pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra
con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío”
2. El hombre y la naturaleza
vivirán en armonía. V 6-7 “Morará
el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y
el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca
y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá
paja.” el desequilibrio en el ecosistema es provocado por el mismo hombre.
Dios no va a destruir una tierra maravillosa como la que el creo es el m ismo hombre
quien la está destruyendo.
3. No habrá maldad en el corazón
del hombre y como consecuencia habrá paz, esa paz tan anhelada por el hombre. V
9 “No harán mal ni
dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de
Jehová, como las aguas cubren el mar.”
4. Se vivirá en unidad. V 11-12 “Asimismo acontecerá en aquel tiempo,
que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que
aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las
costas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de
Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.” la unidad
entre las personas es lo que genera una magnifica forma de vivir.
Con Jesucristo podremos trabajar en
equipo seremos complemento el uno del otro y no competencia entre nosotros
mismos. V 14 “sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al
occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los
hijos de Amón los obedecerán”
5. La envidia será destruida de
nuestro corazón. V 13 “Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de
Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a
Efraín;” envidia es sentirse mal por el éxito de otra persona. Con Cristo
en nuestro corazón podremos ayudarnos mutuamente para alcanzar nuestras metas o
propósitos.
Con Jesucristo en nuestro corazón
no se acabaran los problemas pero si podremos experimentar la ayuda de Jehová
para poder pasar por en medio de ellos sin ser dañados ni desesperarnos. V 15 “Y secará Jehová la
lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre
el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.”
Jesucristo nos ofrece la posibilidad
de poder vivir en paz en medio de la tormenta. Así el mundo viva en caos
quienes recibimos a Cristo en nuestro corazón podemos experimentar una vida paradisiaca
de manera personal y familiar.