Esta forma de trabajar, en la que todos los participantes son responsables de las metas, es la más asertiva para cualquier tipo de organización.
Esto no sólo porque es más fácil cumplir con los objetivos; sino también porque es la mejor manera de retener talento y fomentar un clima laboral o familiar envidiable.
El hombre no fue hecho
para vivir o actuar solo. El hombre fue hecho para vivir en comunidad o en
grupo. Génesis 2: 18 “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que
el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”
Ventajas de trabajar en equipo.
1. Se obtiene mejores
resultados o ganancias. V 9 “Mejores son dos que uno; porque
tienen mejor paga de su trabajo”
2. Se pueden ayudar
del uno al otro. V 10 “Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero;
pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”
3. Se pueden proteger
mutuamente. V 11 “También si dos durmieren juntos, se calentarán
mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?”
4. Enfrentar a los
enemigos comunes será más fácil. V 12 “Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le
resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.”
La única forma de
poder trabajar en equipo es buscando un objetivo en común.
Enemigos del trabajo en equipo.
1. Envidia. V 4 “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta
la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de
espíritu” cuando a las personas les molesta que otros también
triunfen les es difícil compartir y trabajar en unidad.
2. Ansiedad. El
trabajar duro pero con egoísmo o sin sentido hace que se pierda la paz. De nada
sirve la abundancia si no se la puede disfrutar. V 6 “Más vale un
puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de
espíritu”
3. Egoísmo. Una
persona egoísta trabaja solo pensando en su propia y única comodidad. No tener
para quien trabajar causa vacío en el corazón y hace que la vida sea monótona y
sin sentido. V 8 “Está un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo
ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus riquezas,
ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También
esto es vanidad, y duro trabajo.”
La única forma que
tenemos para vivir en felicidad es si aprendemos a compartir con los demás. Solo
el deseo de servir nos hace trabajar en equipo. Deja a un lado el orgullo y el egoísmo.
Disfruta de tu familia no te alejes de Jesucristo y podrás experimentar el
maravilloso sabor de la felicidad.